Provincia

Un hombre mata a cuchilladas a su tío de 72 años en una aldea de La Carlota

  • La víctima se encontraba sentado a las puertas de su vivienda en el departamento de La Paz, cuando fue abordado por su sobrino con un cuchillo de cocina · La Policía Local detuvo a J. M. Espinar horas después

Dos puñaladas en el pecho a manos de su propio sobrino. Ése fue el motivo de la muerte casi instantánea de Juan Antonio Espinar, un vecino de 71 años que en la noche del pasado sábado tomaba el fresco tranquilamente a las puertas de su casa en la calle Ronda de la Marquesa, en el departamento de La Paz de La Carlota. Los hechos ocurrieron sobre las 23.15. A esa hora, Juan Antonio no vio venir a su sobrino, J. M. Espinar, de 42 años y que padece un grave enfermedad mental -algún tipo de esquizofrenia- desde hace al menos 15 años. Sin mediar palabra, el presunto autor sacó un cuchillo de cocina e hirió de muerte a su tío, con el que forcejeó unos metros pero que no pudo repeler la agresión. Según comentó un hijo de la víctima, su padre cayó malherido a unos cinco metros de donde estaba sentado.

Después, su presunto verdugo salió huyendo del lugar a pie y se refugió en un olivar cercano. La Guardia Civil se trasladó hasta la aldea de La Paz y comprobó "que la víctima se encontraba en la vía pública en la posición de cúbito supino". En el lugar también se personaron efectivos de la Policía Local de La Carlota y los servicios médicos, que le efectuaron técnicas de reanimación pero que nada pudieron hace por su vida.

Según el instituto armado, a las 02:53 la Central Operativa de la Guardia Civil recibió una llamada telefónica de un vecino de La Carlota informando que había visto a J. M. Espinar deambulando por las inmediaciones de una sucursal de la Caixa de la localidad. Hasta la zona se desplazó una patrulla de la Policía Local que ya estaba buscándolo en el casco urbano y, sobre las 03:00, los agentes municipales carloteños logra localizar al presunto agresor y detenerlo en la avenida de La Paz. Después, el arrestado pasó a ser custodiado por la Guardia Civil, que inició las diligencias de un caso que, junto con el detenido, pasará a manos del Juzgado de Posadas.

Ni el instituto armado ni la Policía Local de La Carlota tiene constancia de la existencia de denuncias, ni de órdenes de alejamiento o de cualquier otra medida cautelar entre el presunto agresor y la víctima. El responsable de la Policía Local, Agustín Alcalá, explicó a El Día que en el momento del arresto J. M. Espinar se encontraba "muy tranquilo" y en ningún momento reconoció los hechos. "Sí nos comentó que había estado esa misma noche con su tío, pero que él no había hecho nada".

Alcalá añadió que "no tenemos constancia de que hubiera una mala relación entre la familia como para justificar hechos así", matizó el agente, quien apuntó que el trabajo policial se centra en la localización del cuchillo, "que hasta ahora no ha aparecido y que nos tememos que ha podido esconder el agresor por la zona, en un paraje que conoce a la perfección", dijo.

En parecidos términos se expresó la alcaldesa de la ciudad, la socialista Rafaela Crespín, quien comentó que el detenido estaba siendo atendido por los Servicios Sociales de La Carlota y de la Junta por una enfermedad mental, que podría tener su origen en el consumo de drogas por parte del presunto agresor. "No tenemos constancia de que hubiera creado problemas con anterioridad", dijo la regidora, quien valoró el trabajo realizado por los efectivos de la Policía Local en este caso "al colaborar con la familia en lo que han necesitado y lograr luego el arresto" de J. M. Espinar.

Este suceso ha causado una gran conmoción en el departamento de La Paz, un núcleo muy cercano al casco urbano calorteño. Otro vecino, en un testimonio recogido por Europa Press Televisión, relató que "el sobrino no estaba bien, tenía algún tipo de problema mental", por lo que "los padres tenían que estar pendientes para que se tomara la medicación". "Todo los días solía pasear por el pueblo, pero nunca había dado problemas, ni había intentado agredir a nadie". El cuerpo de la víctima fue trasladado ayer hasta el Anatómico Forense de la capital para practicarle la autopsia antes de ser enterrado.

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