Raviolis de presa con salsa de boletus y encebollado de hígado de cerdo ibérico. Estos son algunos de los platos que ofrece el restaurante El Bandolero, situado junto a la Mezquita-Catedral, en la capital cordobesa, que desde ayer ha iniciado la quinta edición de las jornadas gastronómicas dedicadas a los productos de matanza del cerdo ibérico del Valle de los Pedroches. El objetivo, según el gerente de El Bandolero, Federico Adarve, es "dar a conocer todas las maravillas que hay en la provincia y en este caso el cerdo ibérico de Los Pedroches". Así, se inician unas jornadas que harán un recorrido por estos manjares, con Los Pedroches como hilo conductor, pero en las que también tienen cabida otras materias primas de la provincia. Desde el aceite al vino, todos los proveedores, además del cocinero del restaurante estuvieron dando a conocer todas las propiedades y posibilidades de estos manjares, a veces desconocidos para los propios cordobeses, según Adarve. En El Bandolero, sin embargo, es la esencia de la cocina, donde además se trata el producto de manera "muy especial".

Todo eso va acompañado de la artesanía de los profesionales de la cocina. Desde el panadero que hace el pan, hasta las cervezas artesanales, El Bandolero recreó ayer un guiso de los antes a base de productos de la matanza en el patio del edificio a los pies de la Mezquita.

Durante estas jornadas, la carta del restaurante se llena de platos elaborados a partir del cerdo ibérico, como arroz o sopa, además de, claro está, de ibéricos como salchichón, chorizo o jamón. No hay que olvidar que la comarca de Los Pedroches elabora uno de los mejores jamones del mundo y es una obligación darlo a conocer desde Córdoba.