Provincia

La emergencia cinegética por conejos se extiende a 30 localidades

  • La Junta permite hacer capturas en vivo con armas de fuego, aves de cetrería y el empleo de perros

  • La cría se extiende en Lucena, Cabra, Puente Genil y el oeste de la provincia

Un cazador, con las piezas de conejos cobradas en una jornada.

Un cazador, con las piezas de conejos cobradas en una jornada. / el día

Causan destrozos en los cultivos si su presencia no se limita. Y es por ello que la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha vuelto a declarar un conjunto de medidas cinegéticas para controlar el incremento de las poblaciones de conejo silvestre y evitar así daños en cultivos e instalaciones agrícolas en zonas con presencia o alta densidad de ejemplares de esta especie. En el caso de Córdoba, esta declaración afecta a una treintena de municipios: Aguilar de la Frontera; Baena; Benamejí; Bujalance; Cabra; Cañete de las Torres; La Carlota; El Carpio; Castro del Río; Encinas Reales; Espejo; Fernán Núñez; Guadalcázar; Lucena; Montalbán; Montemayor; Montilla; Montoro (la zona situada al sur de la línea definida por el río Guadalquivir); Monturque; Moriles; Nueva Carteya; Palenciana; Pedro Abad; Puente Genil, La Rambla; Santaella; Valenzuela; La Victoria; Villa del Río y Villafranca de Córdoba (la zona situada al sur de la línea definida por el río Guadalquivir).

Pero, ¿qué supone esta declaración? Pues según recoge el Boletín Oficial de la Junta, a partir de ahora la captura de conejos se podrá llevar a cabo en vivo con hurón y redes, y mediante capturadero durante toda la temporada cinegética. Cuando se realice con armas de fuego o con aves de cetrería, el periodo hábil se amplia desde el 25 de noviembre hasta el 28 de abril -siendo hábiles los jueves, sábados y domingos-. Para el empleo de perros, dicho periodo abarca desde el 25 de noviembre hasta el 10 de febrero. No obstante, las delegaciones territoriales competentes podrán autorizar excepcionalmente el empleo de otros medios de captura, de acuerdo con lo contemplado en la Ley de la Flora y la Fauna Silvestres.

Además, a lo largo del nuevo periodo hábil de caza del conejo, que en esta ocasión transcurre desde el 12 de agosto al 25 de noviembre, se aplicarán las medidas contempladas en los planes técnicos de caza, así como las fijadas en la Orden de 5 de junio de 2015, en la que se fijan las vedas y períodos hábiles de caza en el territorio de la Comunidad Autónoma de Andalucía. Para facilitar la efectividad de estas medidas, se suspenden tanto las autorizaciones de control de daños por depredadores, con excepción de los perros y gatos asilvestrados, como la suelta y repoblación de conejos silvestres, incluidos y autorizados en los planes técnicos de caza en vigor que se acojan a esta resolución. Cuando el destino de los conejos capturados sea para la repoblación de otros cotos, deberán adoptarse medidas preventivas, así como cumplir la normativa vigente en materia de sanidad animal, transporte y comercialización en vivo de especies cinegéticas.

Se trata de una medida que se adopta cada año, según explicó a el Día el técnico del departamento cinegético-forestal de Asaja, Tomás Jurado, quien destacó que su aplicación "afecta a casi todos los municipios de la Campiña" y subrayó que la orden "habilita herramientas para cazar de manera intensa y posibilita prácticas que en condiciones normales no se pueden autorizar, como el uso de perros" para cazar los conejos. A su juicio, se trata de "una medida acertada aunque no haya plagas". Recordó también que "el conejo presenta densidades de población muy bajas, pero con la particularidad de que se cría bien, se reproduce de manera rápida y surgen los problemas". No obstante, Jurado señaló que "ahora ya no es época de cría -es en invierno-", si bien, anotó que a día de hoy "hay muchos conejos en Lucena, Cabra, Puente Genil y la parte oeste de la provincia, como Cañete de las Torres y Valenzuela".

Jurado indicó que fue entre los años 2006 y 2010 cuando en la provincia se detectaron "los máximos" niveles de presencia de conejos en el campo, lo que provocó "daños en zonas muy concretas". Sin embargo, continuó, desde entonces "no ha habido plagas". Señaló que cuando se registran estas plagas la vid es uno de los cultivos más afectados porque son "zonas de máxima vulnerabilidad, sobre todo, en los meses de marzo y abril, así como los cultivos herbáceos".

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