La dotación para riego será de 3.000 metros cúbicos de agua por hectárea

Los regantes cordobeses de la Cuenca del Guadalquivir ya saben cuál será la dotación de agua con la que cuentan para este año: 3.000 metros cúbicos por hectárea. Ése fue el acuerdo de la Comisión de Desembalse celebrada ayer y que no ha gustado en absoluto a la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua). La propuesta fue realizada por la Agencia Andaluza del Agua y supondrá un desembalse de 1.000 hectómetros cúbicos en el sistema de regulación general.

La presidenta de Feragua, Margarita Bustamante, ha señalado que se trata de una propuesta "exigua y completamente incongruente", pues sólo garantiza una dotación máxima de 3.000 metros cúbicos por hectárea, "lo que supone una restricción del 50%, muy superior a la que marca el propio Plan de Sequía para una situación hidrológica como la actual". El planteamiento de los regantes ha sido de 4.000 metros cúbicos por hectárea, en la línea de lo que marca el Plan de Sequía aprobado tan sólo hace dos años. En opinión de la presidenta de Feragua, "la incongruencia de esta propuesta de la Agencia Andaluza del Agua no es sólo con respecto al Plan de Sequía, sino con respecto a las propias declaraciones que altos cargos de la Administración hidráulica andaluza y estatal han venido haciendo, entre ellos la propia consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Pedro Rodríguez Cantero, señalando que estamos en una situación de normalidad".

Bustamante dijo que "si la situación hídrica es de normalidad, la dotación para el regadío también debería serlo, y sin embargo ha sido una dotación propia de un año de sequía", señaló la presidenta de Feragua, que ha exigido la aprobación urgente por parte de la Junta de Andalucía de un Decreto de Sequía que venga a paliar el nivel tan alto de restricción propuesto y que incluya la correspondiente condonación de cánones y tarifas de riego. Según explicó la dirigente, "no se trata de una petición fuera de lugar, antes bien, es justa y adecuada, y de hecho en la campaña de 2006 la Administración central promulgó un decreto de sequía que incluía la condonación de cánones y tarifas de riego después de aprobar una dotación como la que hoy [por ayer] se ha propuesto aquí".

Bustamante se mostró "profundamente decepcionada" por la incoherencia que a su juicio demuestra la Administración hidráulica y sentenció que "para qué nos llevamos meses y meses discutiendo un plan si luego no sirve para nada, si no se respeta nada de lo pactado y convenido".