Sucesos

Dos detenidos en Cabra por simular ser revisores del gas para robar a personas mayores

  • Los apresados, con antecedentes policiales, llegaron a cobrar a las víctimas hasta 240 euros

Dos agentes de la Policía Nacional.

Dos agentes de la Policía Nacional. / Juan Ayala

La Policía Nacional ha detenido a dos individuos en Cabra que se hacían pasar por revisores de instalaciones de gas para acceder a los domicilios de personas de avanzada edad.

Según ha informado el Cuerpo, las primeras pesquisas fueron realizadas por policías de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría de Lucena-Cabra, tras recibir en poco más de una semana durante el mes de febrero cinco denuncias sobre supuestas estafas cometidas por dos sujetos que se hacían pasar por revisores de gas.

Con los datos aportados por las víctimas y las gestiones de investigación realizadas, se logró identificar a los autores de estas estafas, a quienes les constan antecedentes policiales por hechos similares. Por esta razón, ha explicado la Policía, dio comienzo una investigación tendente a la localización y detención de los presuntos autores por un delito de estafa continuada.

El modus operandi consistía en que los ahora detenidos llamaban por teléfono informando de que les tocaba pasar la revisión y concertar una cita, consiguiendo con ello que los estafados les abrieran la puerta.

Tras un tiempo revisando la instalación, les presentaban una documentación para que la firmaran, llegando a cobrar a algunas víctimas hasta 240 euros

Desde la Policía han aportado varios consejos por si alguien se encuentra en una situación de este tipo, en la que hay una o varias personas en la puerta del domicilio y se duda de si se trata de una revisión real o falsa.

Lo primero es exigir la acreditación y mantener la puerta cerrada hasta que se identifiquen plenamente. Los operarios deben disponer de una identificación de revisor o instalador autorizado.

En los casos de revisión del gas, la Policía recuerda que para el butano dicha revisión es obligatoria cada cinco años y nadie puede imponer una antes de ese plazo, salvo modificaciones en las instalaciones. Además, generalmente la compañía con la que se tiene contratado el suministro llama al usuario con anterioridad.

En caso de duda, hay que llamar a la empresa suministradora del servicio, pero nunca utilizando los números de teléfono aportados por los propios operarios.

La Policía recuerda que hay que aplicar la "desconfianza racional", es decir, ante las personas que llaman a la puerta: "ante la duda, no la abra".

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