Provincia

El desmantelamiento de Zorita generará 4.000 toneladas de residuos que irán a El Cabril

  • Enresa inicia oficialmente la desarticulación de la central nuclear

El director de Operaciones de la empresa pública Enresa, Alejandro Rodríguez Fernández, dio a conocer ayer las características del desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera en Almonacid de Zorita (Guadalajara), que durará seis años y generará 4.000 toneladas de residuos radioactivos de baja y media actividad que se trasladarán hasta las instalaciones que Enresa gestiona en la provincia de Córdoba, concretamente en El Cabril (Hornachuelos). Con esas explicaciones, la empresa pública ha iniciado oficialmente el proceso de desmantelamiento de la central tras asumir la titularidad de los terrenos donde se ubica la planta atómica de manos de Gas Natural-Unión Fenosa. Zorita está cerrada desde abril de 2006 y su desarticulación total, que es la primera de una planta atómica en España, se prolongará hasta el 2015. En este sentido, Rodríguez Fernández explicó que todo se hace con el único objetivo de que, después de los trabajos programados, los terrenos donde se ubica la nuclear queden igual que estaban en los años 60, cuando empezó la actividad.

En la misma rueda de prensa, ofrecida en la Residencia de la central nuclear en Almonacid de Zorita, el director de desmantelamiento, Manuel Rodríguez Silva, adelantó que el proceso va a generar además 104.000 toneladas de materiales. En concreto, Rodríguez Silva especificó que de esas toneladas obtenidas sólo un 4%, es decir, 4.000 toneladas, serán residuos radioactivos de baja y media actividad que se trasladarán hasta El Cabril, donde serán debidamente tratadas y almacenadas. Según el director de desmantelamiento, en el Almacén Temporal Individualizado que hay en los terrenos de la nuclear y que acoge actualmente 12 contenedores, se guardarán los componentes del reactor junto a las 218 toneladas de combustible gastado.

Del material producido en el desmantelamiento, 4.700 toneladas corresponderán a chatarras convencionales y 95.300 toneladas serán escombros y hormigón tradicionales "que se utilizarán en su mayor parte para cubrir los cimientos en los que se asientan los edificios que componen la José Cabrera". El presupuesto de las obras de desmantelamiento ascienden a 135 millones de euros y durante las mismas Enresa contratará los servicios de 18 empresas que emplearán a 200 trabajadores de media, con puntas de hasta 250. Rodríguez Silva señaló que más del 90% del personal de la central nuclear trabajará durante el proceso.

En la actualidad, El Cabril está al 61,57% de su capacidad, cifra que se traduce en 28.200 metros cúbicos de residuos de media, baja y muy baja actividad. El centro, que en un principio contaba con dos plataformas para almacenar en celdas los residuos, fue ampliado en dos ocasiones, en 1990 y en el 2007, cuando se construyó un edificio para 35.000 metros cúbicos de residuos de muy baja intensidad para almacenar los restos de los accidentes en acerías.

El Cabril ha sido noticia en los últimos días después de que los cuatro alcaldes del entorno de la instalación (Hornachuelos, Fuente Obejuna, Alanís y Navas de la Concepción) se unieran para reclamar al Gobierno más fondos por los residuos que llegan hasta el centro.

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