La preocupación por los robos en el campo sigue presente. La Cooperativa Olivarera Nuestra Señora de Araceli y la Cooperativa de Lucena han vuelto a recurrir a las labores de vigilancia privada para evitar la criminalidad en las fincas, para lo que han doblado el número de profesionales que ya participó en el dispositivo de la campaña pasada. Serán, en total, cuatro las patrullas que recorrerán el término municipal de Lucena y el vecino de Monturque las 24 horas del día.

El presidente de la Cooperativa Olivarera Nuestra Señora de Araceli, Antonio Cañete, que es además el encargado de organizar cada año esta guardería, indicó que esta campaña, "debido a la bajada que se espera en la producción de aceite y a la consiguiente subida de precios, deben trabajar para evitar, a toda costa, los robos en los olivares".

Así, un total de ocho personas conforman estas patrullas de seguridad, a la que se les unen hasta 14 guardias de otros cotos privados. La vigilancia albergará todo el término de Lucena y el de Monturque. Esta tarea se realiza cada año por un importe que ronda los 70.000 euros, para los que las cooperativas cuentan con subvenciones de los ayuntamientos de Lucena y Monturque.

Antonio Cañete indicó, además, que este año las patrullas cuentan con tecnología GPS para poder conocer en tiempo real dónde se encuentran sus compañeros y mejorar así el sistema de vigilancia y la eficacia de la misma. El presidente también señaló que el número de patrullas seguramente aumentará en una o dos unidades más cuando la campaña de recogida se encuentre más avanzada y sea más necesaria esta protección.

El robo de fruto es una de las principales preocupaciones del sector y, de hecho, la Subdelegación del Gobierno pone en marcha cada año un dispositivo especial de vigilancia para frenar el problema. La semana pasada, el Instituto Armado y la Subdelegación hacían pública la detención de 22 personas que llegó a robar hasta 16 toneladas de aceituna en Córdoba y Sevilla.