Los Pedroches

El poder del valor y del esfuerzo en Pozoblanco

  • Más de 800 jóvenes asisten a las charlas de Irene Villa y Toni Nadal del congreso Educando en valores

Emiliano Pozuelo, Irena Villa, María de los Ángeles Martos y Toni Nadal

Emiliano Pozuelo, Irena Villa, María de los Ángeles Martos y Toni Nadal / Sánchez Ruiz

Irene Villa siempre tiene una sonrisa en la cara. Periodista, escritora, psicóloga y deportista paralímpica, madre de tres hijos, con apenas 12 años fue víctima de un más que atroz y cruel atentado de la banda terrorista ETA.

Desde entonces su afán por seguir viviendo y luchando, a pesar de las secuelas de aquel fatídico atentado de octubre de 1991 en Madrid, la han convertido en un icono de superación. Junto a ella, el que fuera entrenador del tenista Rafa Nadal, Toni Nadal, ha lanzado un mensaje repleto de valores, ilusión, pasión, esfuerzo y superación ante un auditorio de más de 800 jóvenes que ayer se dieron cita en el teatro El Silo en el primer congreso Educando en Valores.

Un encuentro patrocinado por la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno e impulsado por María de los Ángeles Martos, que quiere así homenajear a su hijo Antonio tras fallecer después de una heroica lucha contra la leucemia, y por el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Pozoblanco, Emiliano Pozuelo (En Positivo), a título personal.

El congreso, además, supone el colofón de un programa que ha conseguido recaudar, mediante la venta de pulseras solidarias, de más de 9.000 euros, que han sido entregado a la unidad de Hematología Pediátrica del Hospital Universitario Reina Sofía de la capital cordobesa.

Tras relatar su más que dura experiencia personal tras el atentado, Irene Villa ha animado a todos los asistentes, en su gran mayoría jóvenes que no superaban los 18 años, a pensar que todo es posible, que la vida es muy larga, que hay que luchar por todos y cada uno de los objetivos.

Es más, ha invitado a los asistentes a pensar en su yo y a desechar complejos y dificultades porque "la vida es un regalo" y porque "en la palabra vida se encuentran cuatro letras que nos marcan el camino: v de valor, i de ilusión, d de determinación y a alegría". La propia Irene Villa se ha asombrado del "silencio y la atención que el auditorio ha mostrado hacia mi relato".

Mientras, Toni Nadal ha ofrecido un discurso más centrado en la superación vista desde la vida en la elite del deporte y recordó que "el talento no sirve para nada si no hay constancia".

Nadal ha señalado que "con esfuerzo se puede conseguir todo, con talento solamente no". Y ha relatado también cómo Rafa Nadal, su sobrino y que está llamado a ser el tenista más importante de la historia, "siempre ha vivido en la lucha, desde niño, su tesón y su esfuerzo son la clave de su éxito, por encima del talento que pueda tener".

Así, ha destacado ante el auditorio juvenil que "el talento se diluye si no hay esfuerzo y ha invitado a todos a tener pasión por lo que hacen; si hay pasión hay ilusión y si hay ilusión se consigue todo". Nadal ha señalado también que es clave "marcarse objetivos y comprometerse" y ha recordado que a su sobrino "le gustaba más el fútbol que el tenis, pero cuando se comprometió con el tenis llevo sus metas hasta el final".

Junto a Irene Villa y Toni Nadal, el grupo de teatro Los Mejía ha puesto en escena dos píldoras formativas en forma de representación teatral en las que intentaron concienciar a los asistentes acerca de la importancia de valorar lo que se tiene y a buscar en nuestro interior para encontrar el sentido de nuestras capacidades.

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