La vida política de la localidad de Guadalcázar, de poco más de 1.500 habitantes, ha terminado convertida en un folletín. A las desavenencias entre los miembros del equipo de gobierno, del PSOE, con denuncias cruzadas, se une ahora la dificultad de gestionar el día a día del Ayuntamiento, precisamente, por estas trifulcas. 

Así, el Pleno que con carácter ordinario debía haberse celebrado el pasado jueves y que tuvo que posponerse ante el contacto directo con un positivo de coronavirus del alcalde, Francisco Estepa, ha sido pospuesto este lunes nuevamente por el plante de los cuatro concejales del Partido Popular y de dos ediles del PSOE. Y ello "pese a la importancia de algunos puntos dentro del orden del día", como ha lamentado el primer edil en un comunicado.

Según la versión del Consistorio, los ediles "se han negado a la constitución del Pleno mostrando su malestar por que se hubiera convocado con carácter extraordinario y no ordinario". La clave es que los plenos extraordinarios no contemplan los ruegos y preguntas, ha argumentado el portavoz del PP, Antonio Capdevila.

Con esta situación, según las declaraciones de Capdevila, estos concejales se niegan a participar en ningún pleno extraordinario y quieren que la próxima sesión sea convocada con carácter ordinario; de lo contrario, han explicado que se paralizarán asuntos "importantes" para el municipio porque el pleno no se celebrará.

El alcalde de la localidad, Francisco Estepa, ha mostrado su sorpresa por esta situación, en primer lugar porque la convocatoria estaba "pactada" y la realiza la secretaría-intervención del Ayuntamiento "siguiendo todos los preceptos que marca la normativa".

En segundo lugar, se sorprende "más aún", teniendo en cuenta que ya se habían incluido esos ruegos y preguntas que se han dado como motivo para no celebrar dicho pleno. No obstante, Estepa ha explicado que si bien es cierto que un pleno extraordinario no tiene por qué llevar ruegos y preguntas, se ha comprometido a que estos se incluyeran en el orden del día.

Con esto, el alcalde ha dicho no entender esta situación, pues las "únicas diferencias" que existen entre el pleno extraordinario y el ordinario son dos: que en el extraordinario no tienen por qué incluirse ruegos y preguntas, pero que en este caso se han incluido tal y como ellos han solicitado, y la otra diferencia es que en el pleno extraordinario estos seis concejales no cobran los 321 euros que cobran cada uno por pleno y en el ordinario sí.

Aun así, el alcalde se ha comprometido a que, si es cuestión económica, se pueda pactar y votar que este pleno extraordinario (puesto que tendría que haber sido ordinario) también otorgue esa dotación económica a estos seis concejales como ya ha sucedió en varias ocasiones durante la pandemia.