La Delegación de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de Cabra anunció ayer el inicio de la cuarta campaña de excavaciones en el yacimiento de La Beleña. Se trata de un enterramiento colectivo hallado en 2015 de manera casual en un olivar del término municipal egabrense y que desde el primer momento llamó la atención de los investigadores. No en vano, está conformado por una serie de cuevas artificiales datadas en el Neolítico que consiguieron preservar de manera hermética los restos que allí se encierran, dando lugar a una gran necrópolis en la zona. Ello ha permitido realizar estudios forenses en los restos de varios individuos, analizándose su ADN para poder sacar conclusiones concretas sobre la vida y costumbres de esta comunidad.

De nuevo, un equipo científico multidisciplinar de la Universidad de La Laguna, a cuyo frente se encuentra la profesora Dolores Camalich, llevará a cabo la que será la segunda etapa del proyecto general de investigación desarrollado en torno al yacimiento y que se llevará a cabo durante todo el mes de julio. Una iniciativa que se repite cada verano en Cabra y que devuelve durante el estío la actividad arqueológica a esta zona de la localidad en la Beleña, situada en medio de un olivar al Norte del término municipal. "Ya hemos puesto en marcha la maquinaria y hemos comenzado en el trabajo de campo", señaló la responsable, quien agradeció la disposición tanto del Consistorio como del Instituto de Formación Agraria y Pesquera de Andalucía -Ifapa- por la cesión de espacios para la ubicación del laboratorio donde se irán analizando los hallazgos que vayan produciéndose.

"Supone una excelente oportunidad para conocer cómo eran los modos de vida de las poblaciones neolíticas y calcolíticas de esta región de la Península Ibérica", comentó Jonathan Santana, miembro del equipo científico, quien subrayó la importancia de esta nueva campaña por los resultados que se están obteniendo de las muestras recogidas en ediciones anteriores y que se han estudiado en universidades internacionales. También destacó los resultados de los isótopos estables en dietas detectados, que se analizan en Inglaterra, y permiten "elaborar nuevas preguntas y profundizar en las hipótesis que teníamos al inicio de este proyecto arqueológico".

Mientras, el arqueólogo municipal, Antonio Moreno, situó a La Beleña como uno de los más importantes focos de investigación sobre las comunidades neolíticas en Europa en base a algunos aspectos singulares de este yacimiento. No en vano, en él se han podido mantener en un estado casi intacto los restos óseos de casi dos centenares de individuos, lo que ha permitido su estudio pormenorizado y ha despertado el interés de la comunidad científica de todo el continente.