Provincia

El calor le da una tregua a la Virgen

  • La patrona cruza el río Guadalquivir en una romería que debido a la temperatura y a la afluencia de devotos más parecía de primavera que de época estival

La romería de la Virgen de Belén de Palma del Río estrenó ayer un nuevo lugar de celebración con un sol radiante pero con la tregua del calor. Después de un agosto intenso, el mercurio bajó y la romería de la Virgen de Belén pareció más una fiesta de primavera, que una peregrinación estival.

La Hermandad de Nuestra Señora de Belén ha decidido este año acondicionar los alrededores de la ermita del mismo nombre para que los vecinos puedan celebrar allí esta festividad. La organización ha ideado esta iniciativa para evitar el traslado de las carrozas desde algunos puntos habituales en los que se celebraba anteriormente -como son las urbanizaciones de El Acebuchal y El Baldío- hasta la ermita, con lo que se evita la peligrosidad que puede acarrear el paso por el nuevo puente.

El traslado fue un éxito. Centenares de palmeños ataviados con trajes de flamenco y decenas de carrozas acompañaron a la patrona en su regreso al pueblo. El domingo de romería comenzó a las 08:00 con el Rosario de la Aurora en la ermita de Belén, al que le siguió una misa y el tradicional desayuno de chocolate con churros. En el resto del día destacó el concurso de caballistas Premio José Muñoz Roldán Pepe el Bodega, con participantes de toda la comarca. El traslado de la Virgen hasta Palma del Río comenzó a las 20:00, acompañada por las típicas carrozas y carriolas. En el primer tramo la imagen fue portada por bueyes, que en esta ocasión procedían de la finca Los Recitales de Constantina (Sevilla). Tras pasar el antiguo puente de hierro sobre el Guadalquivir, la patrona fue portada a hombros por sus devotos.

La Virgen llegó ya de noche hasta la parroquia de la Asunción, justo en la otra orilla del Guadalquivir, la opuesta a la del santuario, su hogar durante todo el año. El próximo 8 de septiembre será día grande en Palma del Río, cuando se celebrará la festividad de la virgen, que ejerce el patronazgo sobre la ciudad desde 1781. Sin embargo, la devoción de los palmeños arranca, al menos, a partir del siglo XV.

Este año, y como gran novedad, la festividad del 8 de septiembre contará con el regreso del toro de fuego, después de años de ausencia, la actividad más admirada y recordada por los más jóvenes de esta ciudad de la Vega del Guadalquivir.

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