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El arte de 'montillanear'

  • El peridista José Luis Salas defiende en el pregón de la Fiesta de la Vendimia la necesidad de dar a conocer los caldos

"Mi nombre es José Luis Salas Portero y siempre le estaré agradecido a mi familia por haberme parido en esta sufrida y bendita tierra". Así comenzó ayer el pregón de la LIII Fiesta de la Vendimia Montilla-Moriles un profesional de los medios que cada madrugada irrumpe con su voz en la vida de miles de oyentes con No son horas, de Onda Cero, quien -como sabe muy bien por su trabajo- se mostró convencido de que "de nada sirve tener el mejor vino del mundo, si nadie sabe que tienes el mejor vino del mundo". Salas Portero cogió la defensa de la publicidad de los caldos de Montilla-Moriles por bandera para recordar que "corría el año 1975 y muchas personas, entre coordinadores, trabajadores y colaboradores, hicieron posible que el mensaje de lo que se hacía en Montilla llegara muy lejos y a mucha gente" a través de la primera edición de la Feria de la Vendimia. En una misma semana, Montilla contó con la actuación de Narciso Llepes, Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y la Orquesta Sinfónica de Madrid, "aparte de un impresionante festival hípico y el torneo internacional de ajedrez, del que más tarde tomaría buena nota la ciudad de Linares, y al que vinieron los principales campeones mundiales, sin olvidarnos del especialista en la materia del prestigioso New York Times".

Ya en materia, Salas Portero definió los caldos de Bodegas Robles como "la mejor compañía para darse un gran homenaje", alago que también adjudicó a los vinos de las Bodegas Navisa, Cabriñana, Pérez Barquero y Bodegas Gracia.

El periodista también habló de las maravillas de conjugar el palabro "montillanear"; o lo que es lo mismo "hablar, beber, vivir y pregonar el vino de Montilla". Y no olvidó que esos caldos son "un néctar con muchos nombres propios: joven, fresco, fino, oloroso, amontillado y nuestro buque insignia, el pedro ximénez, cuya calidad supera con creces al de Jerez, del que debemos envidiar su distribución en el Reino Unido y sus importantes presupuestos publicitarios". Y es que tiene claro que "nuestro vino no entiende de fronteras, por eso es importantísimo anunciarlo, tanto dentro cómo fuera de esta tierra. Aprovechar cada momento y cada medio de comunicación". "Vendan bien el vino, conviertan al sabor del montilla a esos entrañables infieles, adoradores del sherry, el jerez o la manzanilla de Sanlúcar".

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