12 ideas de futuro Mesa redonda en el Palacio de la Merced

La agroindustria cordobesa apuesta por estrategias de integración y de exportación dirigidas a los consumidores

  • El sector aboga por la calidad y la diversificación como elemento clave para ganar mercados · La adaptación a las nuevas exigencias del mercado es la vía para crecer

El sector de la agroindustria cordobesa, uno de los motores económicos de la provincia y una de sus principales vías de futuro, tiene claro el camino a seguir no sólo para consolidar su actual estatus, sino para afianzar su porvenir mediante medidas inteligentes de integración y de potenciación de las exportaciones, de incremento de la calidad del producto y de diversificación de la oferta y adaptación dela misma a los nuevos hábitos de consumo como vía para salvar la difícil situación del mercado interno. Son algunas de las ideas que se pusieron ayer sobre la mesa en la primera mesa de trabajo del proyecto 12 ideas de futuro que organiza El Día de Córdoba con la colaboración del Consorcio de Desarrollo Económico y el Ayuntaiento de Córdoba y que bajo el epígrafe El sector agroalimentario en la provincia de Córdoba. Modelos empresariales de éxito se desarrolló ayer en el Palacio de la Merced, sede de la Diputación.

En esta cita, responsables de dos denominaciones de origen, de empresas destacadas del aceite, el vino, la naranja y los cárnicos y de la Universidad expusieron su visión sobre cómo se debe planificar el futuro. Los ponentes coincidieron, con matices, en la necesidad de imprimir optimismo en una situación económica adversa y de mejorar la vinculación con el consumidor, destinatario último de los productos, todo ello incidiendo en la calidad, la diversificación y la singularidad de la oferta, así como en la necesidad de potenciar el aspecto cultural que rodea a muchos de esos productos, como es el caso del vino o del aceite de oliva.

La mesa estuvo moderada por el director de El Día, Luis Javier Pérez-Bustamante, quien dio paso en primer lugar al secretario general de la Denominación de Origen del Aceite de Baena, José Manuel Bajo, quien recordó los difíciles años en los que "se nos tachó de locos" por solicitar una denominación de origen. En su opinión, la clave para una mejora de la comercialización del aceite de oliva está en la diferenciación del producto y en matizar "esa falsa creencia de que la economía de escala se basa en el volumen". El también secretario nacional de las denominaciones de origen oleícolas defendió que "cuando hablamos de DO, lo hacemos de pequeñas compañías que controlan su márgenes y que cuentan con un proyecto sostenible". En el caso de Baena, señaló que cuentan con la ventaja añadida de que es una zona oleícola con muchas variedades de aceite y que ello también impulsa el "hecho diferencial" del producto que les permite crecer.

José Manuel Bajo expuso "las tres líneas de trabajo que la DO de Baena ha puesto en marcha para ser competitivos", como son la apertura a nuevos mercados internacionales, sobre todo a través de un programa que financia la Unión Europea y en el que además de Baena están los vinos de Ribera del Duero y el sello Jamón Serrano, la certificación del total de la producción como garantía de calidad y el impulso de la creación de una Interprofesional de las denominaciones de origen para incrementar la singularidad de sus productos.

Como ejemplo empresarial en este sector de la agroalimentación participó en la mesa de trabajo Francisco Núñez de Prado, presidente de la Almazara Núñez de Prado y de la DO de Baena. El empresario hizo un recorrido por la creación de la compañía junto con su hermano Andrés y defendió la necesidad de saber salir al exterior no sólo a vender aceite, sino a explicar lo que se está consumiendo, el componente cultural que acompaña al producto. Así, dijo que "lo más lejos que hay de aquí creo que es Australia y se llega en apenas 22 horas". Francisco Núñez de Prado, muy didáctico durante toda su explicación, expuso que "desde un primer momento nos dimos cuenta de que teníamos que transmitir conocimiento" sobre las características y beneficios de su producto y dio cuenta de la diversificación de su empresa, que cuenta con un molino que a modo de museo enseña cada años a más de 30.000 personas cómo se elabora el aceite de oliva de su marca. También destacó los premios de investigación Núñez de Prado, que son ya una referencia para los estudios sobre agricultura ecológica y de gran utilidad para la propia empresa.

La primera parte de este encuentro de trabajo en la sede de la Diputación de Córdoba también contó con la ponencia de Antonio Carmona, gerente de la empresa Sunaran de Palma del Río, dedicada a la comercialización de cítricos. En su caso, realizó una contundente defensa de la concentración de la oferta para ganar en competitividad en el mercado, si bien matizó que no sólo con eso se resuelven los problemas, sino que son necesarias otras actuaciones, como la diversificación, abriendo paso a la producción ecológica o apostando por nuevas variedades "más modernas" y que permitan ofrecer este alimento durante los doce meses del año para poder alcanzar países en los que de otra manera no se podría entrar. Todo ello yendo de la mano todo el sector puesto que iniciativas individuales son prácticamente inviables.

Carmona destacó el componente social del cultivo de los cítricos por su alto volumen de jornales, que en el caso Sunaran superan los 120.000 por campaña y se refirió también al hecho de que los trabajadores deben mejorar su productividad en este sector.

El gerente del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (ceiA3), Ricardo Domínguez, cerró el primer bloque de ponencias con una cerrada defensa de la investigación como herramienta de mejora del sector agroindustrial, por lo que pidió a las empresas que inviertan en I+D+i. Domínguez reivindicó el trabajo del ceiA3 (que agrupa a cinco universidades y cuenta con 200 grupos de trabajo y unos 3.000 investigadores) e incidió en que "hay que salir" al exterior y "crear productos nuevos". No obstante, reconoció la brecha existente entre la investigación universitaria y el mundo de la empresa en ambas direcciones. Por ello, afirmó que "tenemos jóvenes emprendedores que necesitan empresas que les acompañen" y apostó por un mejor conocimiento de los empresarios de la labor que ejecuta el Campus de Excelencia, "en el que hay un potencial enorme que se desconoce".

La segunda parte de la jornada de trabajo arrancó con una exposición de Enrique Garrido, director gerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, quien realizó un exhaustivo repaso a los números que acompañan a esta histórica DO cordobesa. Garrido mencionó la vicisitudes por las que ha pasado el sector del vino en las últimas décadas y reivindicó también una mejor concentración de la oferta para sacar partido a la comercialización del producto. Así, afirmó que en los últimos tiempos se ha avanzado hasta el punto de que hoy día "se elabora el mejor vino posible" en Montilla-Moriles, y lamentó que en algunos aspectos de la comercialización, sobre todo en lo relativo a los tintos, "se ha empezado la casa por el tejado". El dirigente de la DO dijo que el marco sí ha hecho los deberes en cuanto a la diversificación y que, de hecho, ofertan en la actualidad hasta 16 productos distintos. También se refirió al auge e importancia del enoturismo como vía para potenciar las ventas y el prestigio de sus caldos.

Como ejemplo de empresa de éxito Fernando Giménez Alvear, director gerente de las Bodegas Alvear de Montilla, indicó que el futuro de este sector está en el exterior. Las estadísticas, señaló, revelan un descenso en el consumo interno, "aunque en contraposición tenemos un mercado exterior pujante" en el que se destaca la importancia del vino "como elemento cultural" y que "genera prestigio". Giménez Alvear reivindicó la marca como elemento para facilitar la exportación y llegar a los consumidores reales. En este sentido, afirmó que el sector debe "entender al consumidor", adaptarse a sus perfiles y responder a sus necesidades. Un reto que consideró que debe tener presente Montilla.-Moriles.

El director de Alimentación Animal de la cooperativa Covap, Emilio de León, cerró las ponencias con una exposición en la que dio cuenta de que su empresa es un ejemplo de producción diversificada, aunque con la filosofía clara de que "cada negocio tiene su dimensión y una estrategia diferente". De León defendió la concentración de la oferta agroalimentaria, aunque con cautela y "paso a paso". Dijo además que sin dejar de apostar por la investigación y la formación hay analizar "qué nos demanda el consumidor" y adaptar los formatos a esas demandas. Asimismo, insistió en la estrategia de Covap de aprovechar las alianzas y los acuerdos estratégicos con cadenas de distribución paera crear sinergias y sacar el máximo rendimiento a los productos. Finalmente, apostó por mejorar los procesos de comercialización y aprovechar las oportunidades que surjan.

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