Los restos mortales de los beatos carmelitas José María Mateos Carbadillo, el padre Eliseo Durán Cintas y los frailes Jaime Carretero Rojas y Ramón Pérez Sousa ya descansan para siempre en el altar de la Virgen del Carmen de la parroquia del mismo nombre de Montoro. Ayer fueron trasladados desde el templo de San Bartolomé, donde se encontraban custodiados desde su exhumación, hasta la parroquia del Carmen en una procesión a la que asistió el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, y el provincial de la Bética, Rafael Leiva, que los recibieron en el límite que define la jurisdicción de cada una de las parroquias. También asistieron todas las hermandades montoreñas y las casas carmelitas en una jornada de gran devoción. Con anterioridad a este traslado, el viernes se ofició una misa de acción de gracias donde el párroco de San Bartolomé esbozó sus vidas.

Los cuatro carmelitas montoreños fueron beatificados el pasado 13 de octubre junto con otros 518 mártires de la Guerra Civil española en una ceremonia multitudinaria en Tarragona. El proceso de beatificación de los mártires carmelitas montoreños se inició el pasado mes de febrero con la exhumación de sus restos mortales del cementerio municipal de Montoro, donde se encontraban enterrados e identificados por un equipo canónico diocesano. Al acto asistieron familiares de los ahora beatos como Carmen Carretero Rojas, de 91 años, hermana del beato Jaime Carretero Rojas. Todos fallecieron el día 22 de julio de 1936.

En la provincia de Córdoba han sido diez los carmelitas beatificados. Aparte de los cuatro de Montoro, otros seis en Hinojosa del Duque que, según el provincial de los carmelitas, Rafael Leiva, no fueron exhumados "ya que a diferencia de los de Montoro que están enterrados de forma individual los del Hinojosa se encuentran con otras personas fallecidas en las misma circunstancias".