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Requisan 700 dosis de cocaína y 120 de heroína en la operación Bumon

  • La organización de traficantes utilizaba una peña como tapadera para la venta de sustancias

Un guardia civil muestra los efectos intervenidos.

Un guardia civil muestra los efectos intervenidos. / el día

Un total de 700 dosis de cocaína y otras 120 de heroína intervenidas son algunos de los datos que deja la operación Bumon, desarrollada por la Guardia Civil y que supuso la desarticulación de un grupo criminal en Bujalance compuesto por 12 personas. A los sospechosos se les acusa de los delitos de tráfico de drogas, receptación de bienes robados y blanqueo de capitales. Según informó ayer la Comandancia, además de la cocaína y la heroína, la Guardia Civil también se incautó de más de 20 dosis de bazuco (mezcla de mala calidad de cocaína y heroína), así como numerosos efectos, muchos de ellos de ilícita procedencia, que están siendo objeto de estudio. Ocho de los 12 arrestados, todos ellos hombres, se encuentran en prisión, mientras que cuatro mujeres quedaron libres con cargos.

Las investigaciones se iniciaron cuando el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba (EDOA) tuvo conocimiento, a través de varias informaciones anónimas, así como de forma directa por las patrullas de servicio del puesto de Bujalance, del asentamiento de una organización criminal en la localidad, "muy activa", dedicada al tráfico de drogas. El clan operaba en Bujalance y en localidades próximas y había generado un gran "clima de inseguridad ciudadana en la localidad".

El avance de la investigación permitió identificar a todos los integrantes del grupo y comprobar que estaba "perfectamente estructurado". En un primer escalón se encontraban tres hermanos que se encargaban de tomar las decisiones en todo lo concerniente al control de la venta de drogas. En un segundo escalón se ubicaban el padre y un hermano de los otros; se encargaban de la distribución de la droga desde el punto de venta que la organización había establecido en una peña de la localidad. En el último escalón, formado también por miembros de la familia, se encuentran dos jóvenes que realizaban labores de distribución y de seguridad del local, con el fin de detectar la posible vigilancia policial en la zona.

La presencia de consumidores para adquirir y consumir sus dosis de droga empezó a causar alarma social, ya no sólo por la existencia del punto de venta de droga en sí mismo, sino además por la comisión de delitos contra el patrimonio cometidos por los propios consumidores. Principalmente se trataba de robos de efectos, joyas de oro, motocicletas, bicicletas y herramientas, que se cometían a cualquier hora del día y que eran aceptados por la organización criminal a cambio de la droga.

Tras realizar las comprobaciones pertinentes, se localizó el punto de venta que la organización había establecido en una peña, que no era sino una "tapadera" que pretendía disimular la verdadera actividad que se llevaba a cabo en su interior. Tras ello, la Guardia Civil enfocó las investigaciones a la localización de las viviendas e inmuebles utilizados por el grupo, algunos de cuyos miembros eran "bien conocidos" en el puesto de Bujalance por sus antecedentes delictivos.

Una vez conseguida la pertinente autorización judicial, los registros se llevaron a cabo el pasado día 8 de mayo a primera hora de la mañana. Además de la droga, los agentes se incautaron de gran cantidad de útiles para la confección de dosis, numerosos teléfonos móviles de última generación y varios vehículos, alguno de ellos de alta gama, valorados todos en más de 142.000 euros.

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