Detenidas por una resolución emitida por Fomento en el primer trimestre de este año, las obras de restauración y adecuación turística del alfar romano de Los Tejares de Lucena han retomado su curso y finalizarían, observando los nuevos plazos señalados por el Ayuntamiento, al final del próximo mes de enero.

El Servicio de Carreteras determinaba la paralización de los trabajos, promovidos desde el Consistorio, al apreciar una infracción constructiva por sobrepasar la línea de no edificación con la carretera A-318, cuyo trazado discurre a escasos metros de este enclave patrimonial.

Cuatro informes y una autorización excepcional otorgada por la Junta de Andalucía, hace un mes, han posibilitado reanudar la intervención, reduciendo la distancia mínima a respetar con la infraestructura viaria a 25 metros.

Desde esta semana, los operarios de Construcciones Almenur han regresado al yacimiento arqueológico y la conclusión de la recuperación proyectada en esta villa artesanal se sitúa “a finales de enero”, según ha expresado la concejala responsable de los Fondos Edusi, Teresa Alonso (PSOE), después de anunciar que "por fin se han retomado los trabajos".

Esta actuación de revalorización turística, adjudicada en octubre del pasado año por 350.000 euros, avanza, actualmente, con un grado de ejecución del 75%. La edil socialista confía en la culminación del 25% restante en menos de tres meses “si no hay ninguna cuestión durante las próximas semanas”.

Una de las 22 factorías romanas de Lucena

El programa europeo Lucena Cohesionada financia esta rehabilitación. Unos fondos obtenidos “en virtud del segundo Plan Estratégico que nuestra ciudad viene desarrollando en los últimos años”, resalta Teresa Alonso.

En la disparidad de pareceres con la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento ha sostenido, en todo momento, que obtuvo los permisos pertinentes, en el tiempo oportuno, de la consejería de Cultura.

El establecimiento de una galería lateral y un edificio de una planta como centro de atención a visitantes, así como dos salas expositivas, un punto de acceso principal y aseos, son los objetivos primordiales que se emprende en esta factoría, una de las 22 documentadas que se implantaron en el término municipal de Lucena durante la civilización romana en la Península, entre los siglos I y II de nuestra era.

Las excavaciones acometidas en 1996 para instalar la estación depuradora de aguas residuales propiciaron este hallazgo que, tras el traslado de un horno –sin cúpula- localizado en el subsuelo de la variante de Lucena, concentra nueve bloques de alfarería. Los materiales combinan la piedra, el ladrillo y el adobe y las plantas son circulares o rectangulares.

Una vez acaben esta obra, placas fotovoltaicas solares generarán iluminación al entorno y al interior de uno de los conjuntos de hornos que, en una parcela de 15.000 metros cuadrados, mejores condiciones de conservación presentan en la antigua Hispania.