Los vehículos vuelven a circular por la calle Hoya del Molino, la vía del casco urbano de Lucena que más destrozos experimentó durante la tormenta y el aguacero del pasado 21 de septiembre. Una vez concluida la obra de emergencia, en la mañana de este lunes ha retomado la normalidad el tráfico rodado y sólo permanece pendiente el pintado definitivo de la calzada.

La insuficiencia de la capacidad de las canalizaciones subterráneas, para absorber el rebosante caudal de agua que procedía de las dos presas del arroyo Maquedano, provocó la obstrucción y la ruptura de los conductos y, como efecto inmediato y directo, la fragmentación del asfalto. La disgregación del pavimento, en varias partes, sobre la calzada, se convirtió en una de las imágenes más representativas de una lluvia torrencial que descargó más de 60 litros por metro cuadrado.

Esta intervención en una de las calles que circunda el centro urbano, y que mayor tránsito de coches soporta, desde los accesos al interior de Lucena, se ha acometido por vía de urgencia. El Ayuntamiento adjudicó, por 109.000 euros, la actuación de reparación a la empresa Aroan y los trabajos comenzaron al inicio de este mes de octubre.

La obra ha consistido en la restitución de un tramo de canalización de 300 metros lineales, entre las calles Lamerina y Porcuna, justo en el sector de las plazas de aparcamiento. Actualmente, una señalización provisional, en el suelo, divide los dos carriles y marca transitoriamente el eje.

En siguientes fases, con procedimientos ya ordinarios, el Ayuntamiento pretende sustituir, en su integridad, todo el trayecto –son unos tres kilómetros- de esta conducción, desde el inicio de la carretera del Santuario de Aras, hasta el río Lucena, discurriendo por Avenida del Parque.

Esta vía perimetral circunda el centro urbano y es una de las conexiones principales en los accesos al interior a Lucena desde diferentes entradas.