Los Pedroches

Pedroche redescubre el mirador de Al-Bitruji, el astrónomo que da nombre a un cráter de la Luna

  • La localidad recupera la zona del Calvario con un sendero, mobiliario urbano y atriles interpretativos

Nuevo sendero de Pedroche en la zona del Calvario.

Nuevo sendero de Pedroche en la zona del Calvario. / El Día

La localidad cordobesa de Pedroche ha recuperado la zona del Calvario, desde la que se obtienen unas vistas privilegiadas del municipio, con un nuevo paseo que incluye un sendero de 250 metros, mobiliario urbano y atriles interpretativos que permiten redescubrir, por ejemplo, el mirador de Al-Bitruji, el astrónomo que da nombre a un cráter de la Luna.

El Ayuntamiento ha invertido 15.000 euros en esta intervención, que ha sido posible gracias a una subvención de la Delegación de Medio Ambiente de la Diputación de Córdoba, que ha aportado 9.000 euros. El resto se ha financiado con fondos municipales.

La zona del Calvario ocupa unos 5.000 metros cuadrados llenos de historia que hunden sus raíces en el siglo XVI. El lugar está íntimamente relacionado con el antiguo convento franciscano de Nuestra Señora del Socorro, que estaba situado donde ahora se halla el cementerio municipal.

Del cenobio se conservan algunos muros exteriores y dos escudos, uno de la orden franciscana y otro de la familia de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, que colaboró en su fundación. Para facilitar el rezo popular del vía crucis, que conmemora el recorrido en 14 estaciones de Jesús camino de la crucifixión, los frailes erigieron el mismo número de cruces en este entorno.

En la zona también hay un monolito en honor a la Virgen de África, levantado por las madres de soldados combatientes en la Guerra de África en acción de gracias y en recuerdo a las víctimas. Hasta el año 2006, el templete estuvo abandonado, sin cruz, sin reja y sin imagen. El Ayuntamiento de Pedroche lo adecentó y lo dotó de una reja que protegiera una nueva imagen de la Virgen de África y de una cruz, además de vestir sus paredes.

Y, por último, en el cerro es posible visitar el mirador Al-Bitruji, también conocido como Alpetragio, nacido hacia 1185 en Bitraws, antiguo Pedroche. Fue discípulo de Ibn Tufail y amigo de Averroes. Gracias a sus estudios astronómicos, han llegado al presente parte de los conocimientos griegos sobre estas materia, que quedan reflejados en su tratado cosmogónico. Gracias al jesuita Riccioli, un cráter de la Luna lleva desde 1651 su nombre: tiene 40 kilómetros de diámetro y el pico central alcanza los 3.900 metros de altura. 

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