Provincia

Lucena vive una jornada plena de celebraciones en honor a la Patrona

  • Una eucaristía presidida por el obispo de Córdoba marcó el inicio de unos actos que finalizaron en la medianoche con la entrada de la procesión a Madre de Dios

Ayer se vivió en Lucena la fiesta grande aracelitana. La jornada comenzó a las 11:30 con la solemne función religiosa en el convento franciscano Madre de Dios presidida por el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo Pelegrina. Además de todos los miembros de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli -con su hermano mayor, Antonio Crespillo, a la cabeza- y de las cofradías filiales, la aracelitana mayor y su Corte de Honor acompañaron a la Patrona junto a miembros del Ayuntamiento y a otras autoridades. Todos escucharon cómo Asenjo agradeció a Crespillo que se contara con él para presidir la función y cómo manifestó que "mientras sea obispo de Córdoba espero que el Señor me permita poder honrar a la Virgen de Araceli el primer domingo de mayo".

En esta ocasión, y al igual que en 2007, la Coral Lucentina acompañada por la orquesta del Conservatorio Profesional de Música Maestro Chicano Muñoz y la Sociedad Didáctico Musical Banda de Música de Lucena, bajo la batuta todos ellos de Víctor Nájera, fueron los encargados de interpretar la Misa del Campo Andaluz, del compositor local Antonio Villa Álvarez de Sotomayor. Una misa que finalizó con el Himno de María Santísima de Araceli.

Luego, a las 20:00 y como manda la tradición, el trono mariano salió al Llanete de San Francisco para iniciar la procesión. Este año la Patrona recorrió las calles de Lucena vestida con su manto rosa, que justamente ayer hacía diez años que estrenó. El color del manto de la Virgen es uno de los secretos mejor guardados por su camarera, María Dolores López Civantos, quien nunca revela la indumentaria con la que va a aparecer la imagen. Así, durante la ceremonia de la mañana María Santísima de Araceli vistió manto blanco, al igual que el día del pregón. El mismo manto que la Virgen llevó el día de su coronación, el 2 de mayo de 1948.

El manijero encargado de mandar el paso este año fue Jesús Díaz, quien vivió emotivos momentos bajo la campana, una experiencia inolvidable para cualquier santero. También muy cercanas a la Virgen se encontraban la aracelitana mayor, María de los Ángeles Ramírez Fuentes, y su Corte de Honor, formada por Inmaculada Díaz, Ana Araceli Fernández, Miriam Gómez, Inmaculada Jurado, Araceli Aguilar y Marina Sánchez.

En torno a las 21:30, la Patrona apareció de nuevo en el Llanete de San Francisco para que diera comienzo la función de música y fuegos artificiales. Este año hubo más cohetes que nunca, con un total de 13.495 unidades. Luego, a las 00:00 y también como manda la tradición, María Santísima de Araceli entró en la iglesia de Madre de Dios. A su entrada en el templo se pudo escuchar la gran traca que puso fin a todo un día dedicado a la Patrona.

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