Los fondos extraordinarios concedidos a Lucena por la Junta de Andalucía, con la finalidad de satisfacer los desembolsos ligados a la tormenta del pasado 21 de septiembre soportarán, aproximadamente, un 50% del presupuesto estipulado por el Ayuntamiento.

Exactamente, Lucena accede a una ayuda de 70.315 euros, la mayor cuantía asignada a una población en la provincia de Córdoba. Globalmente, la administración autonómica distribuye 1,5 millones entre 24 municipios, perjudicados por fenómenos atmosféricos en el último tramo del verano.

La lluvia torrencial, con más de 60 litros por metro cuadrado, anegó y colmó de barro, lodo y otros residuos el viario urbano y el término municipal y, en lo concerniente a las infraestructuras municipales, colapsó la conducción subterránea del arroyo Maquedano en un tramo de la calle Hoya del Molino, que continúa cerrada al tráfico.

La limpieza de emergencia y las labores de adecentamiento y adecuación de las calles han supuesto un gasto cercano a los 60.000 euros y la obra de urgencia, actualmente en ejecución, en la calle Hoya del Molino, entre Lamerina y Porcuna, era adjudicada por 109.000 euros. La actuación, de reparación y restitución de las conducciones, se acomete en un sector de 300 metros.

El alcalde, Juan Pérez (PSOE), se ha manifestado expresivamente contento al analizar la cuantía aprobada por la Junta de Andalucía y ha hablado de “excelente noticia”. Este montante, ha añadido, “viene a cubrir, sino en su totalidad, sí ampliamente, los gastos que hemos tenido que asumir o afrontar derivados de la tormenta”.  

En nombre de la Corporación, el alcalde, Juan Pérez, ha publicado una carta expresando gratitud por la colaboración, la implicación y el apoyo de la ciudadanía para encarar las consecuencias de la riada de hace unas semanas.

Misivas similares han sido enviadas al Infoca, Bomberos, Protección Civil, Servicio de Carreteras de la Diputación y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

El alcalde emplea términos como “serenidad” y “firmeza”, para definir la actitud de la sociedad local y los servicios esenciales y pondera una “generosa labor” y la “solidaridad”. Asimismo, transmite consideración y afecto a las personas más perjudicadas por los destrozos de cultivos, enseres, anegación de garajes y viviendas y derrumbes estructurales de algunos inmuebles.