Feria del Olivo de montoro

Inteligencia artificial oleícola

  • La muestra ofrece las últimas innovaciones robóticas imprescindibles para sacar el mayor rendimiento al proceso que va desde la recogida al envasado

Lejos han quedado ya aquellos tiempos en los que las labores de recogida de aceituna, la conversión del fruto en aceite y el envasado del zumo eran tareas realizadas exclusivamente por el hombre sin intervención de maquinaria. Como manda la evolución, en el sector oleícola la tecnología ha acabado matando a la estrella de la artesanía: robot versus jornalero.

Los tiempos mandan y la decimocuarta edición de la Feria del Olivo -que cierra hoy sus puertas- es testigo de ello con una oferta en la que, por ejemplo, no falta la alternativa más moderna a las antiguas cañas con las que se golpeaban las ramas del olivo para obligar a la aceituna a caer. Se trata de los vareadores SP90 y KM 90 R-SP que presenta la empresa cordobesa Agrocor y cuya comercialización no será posible hasta el próximo mes de agosto. Quien pasa por los expositores de esta firma con sede en el polígono cordobés de la Torrecilla acaba conociendo que los vareadores SP90 y KM 90 R-SP están equipados con una varillas a las que se les puede añadir una prolongación ligera de carbono hasta alcanzar los cuatro metros. "Es especial para variedades difíciles como la arbequina y la cornicabra, así como para las labores de la aceituna de verdeo", cuentan.

Tampoco faltó la últimas variedades de trituradora de fruto, de la empresa leridana Maquinaria Agrícola, o los filtros de aceite de la firma albaceteña Zenítram, cuyo precio oscila, según el tamaño, entre los 1.000 y los 30.000 euros. "El filtro está construido totalmente en acero inoxidable y su tarea es la de limpiar el aceite, quitándole toda la humedad", destaca Fernando García, empleado de Zenítram. Al contrario de los antiguos, el de la firma albaceteña no utiliza agua "sino un sistema de centrifugación que mantiene todas las cualidades organolépticas del zumo", dijo.

Una de las grandes estrellas de la inteligencia artificial al servicio del sector oleícola es una envasadora automática que deja las botellas tan sólo para llevarlas al mercado. Uno de esos robots es la oferta de la empresa jiennense Rodillos, que puede alcanzar los 20.000 euros en el marcado. "Es de fabricación y patente propia y utiliza un sistema que llamamos roflow, que permite llenar desde dentro del envase hacia el exterior, evitando que el líquido se emulsione", indica el director de Rodillos, Santiago Mora. Distintas ofertas con un denominador común. García, Mora y muchos responsables de los expositores de la muestra montorena coinciden en algo: "económicamente, merece la pena venir a la feria".

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