Subbética

Infancia Solidaria y la empresa lucentina Efficold avivan la curación de un bebé de Honduras gravemente enfermo del corazón

  • La compañía del sector del frío apadrina el viaje a España de Gael, que precisa urgentemente de una intervención quirúrgica, y de su madre

  • La oenegé Infancia Solidaria reanuda en Andalucía su programa Sana-Sana, interrumpido desde el inicio de la pandemia

Infancia Solidaria y la empresa lucentina Efficold avivan la curación de un bebé de Honduras gravemente enfermo del corazón

Gracias. Cinco veces en sólo 55 segundos. Con una ascendente emoción que tambalea la voz de una madre desesperada desde el nacimiento de su hijo. Su estremecedor testimonio, en un vídeo indeleble dentro de cualquier alma con un mínimo de sensibilidad y humanidad, supone la recompensa más valiosa concedida a los padrinos españoles de su bebé: Infancia Solidaria y la empresa, radicada en Lucena, Efficold.

Una cardiopatía congénita atormenta a una familia de Honduras. Un país “lastimosamente” sin medios sanitarios para fortalecer el corazón de Gael. Un año recién cumplido.

La persistencia indestructible de Infancia Solidaria y la presta y convencida solidaridad de la firma del Grupo Onnera propician el viaje de la esperanza de Gael y su progenitora a latitudes cordobesas. El convenio bilateral concertado entre la oenegé universal y el Hospital Reina Sofía encauza una intervención quirúrgica vital para este pequeño condenado en su tierra de origen a un futuro tenebroso.

La pandemia, que como cualquier catástrofe socava aún más la frágil supervivencia de los territorios infortunados, paralizó en marzo del pasado año la inestimable misión original de Infancia Solidaria. El traslado de niños desde África o América, donde sus patologías son incompatibles con la vida, hasta nuestra geografía. Una conjunción de altruismo y generosidad colectiva posibilitan unos tratamientos médicos tan básicos como imprescindibles.

Gael, de ojos inmensos y actitud inquieta, es el primer beneficiario del programa Sana-Sana que aterrizará en Andalucía desde la declaración de la emergencia sanitaria. Los propios profesionales del área de Pediatría de Cardiología Vascular del complejo universitario han insistido en su deseo de reactivar este hermoso y edificante proyecto. En poco más de una semana, culminará un periplo de más de 8.000 kilómetros y pisará, junto a su mamá, suelo cordobés.

La pandemia impide la financiación habitual

Encauzados los trámites burocráticos, la epidemia castigaba con otro impedimento decisivo: la imposibilidad de generar recursos económicos. Semana a semana y mes a mes, Infancia Solidaria promovía –hasta su cancelación por las directrices sanitarias- rutas de senderismo, espectáculos musicales o actividades culturales con el propósito de obtener los ingresos adecuados para sufragar los billetes de avión de los menores y sus acompañantes. Es el único, y altamente costoso, desembolso que implica esta radiante labor de la fundación benéfica porque las familias de acogida y los equipos de voluntarios satisfacen el alojamiento y la manutención ulteriores.

Este obstáculo crucial encontró pronta solución en el entorno laboral de Ángel Parejo, coordinador en Andalucía de Infancia Solidaria. “Se nos ocurrió pedir ayuda a Efficold, la empresa donde trabajo y a la que me enorgullezco en pertenecer y, sin dudarlo en ningún momento, nos dijeron que sí”, pormenoriza Parejo en las propias instalaciones de esta compañía, referente internacional en el sector del frío comercial e industrial y productora de seis millones de mascarillas quirúrgicas y FFP2 al mes. Uno de los ejemplos de la anticipación tecnológica, pujanza biomédica y sólida ambición de las empresas lucentinas del sector en este inacabable reto del covid-19.

“Es un momento duro por la pandemia y por los niños que nos necesitan”, confiesa, sin resignarse ni quebrarse nunca, Ángel Parejo. Anima a otras sociedades privadas a que repliquen esta fórmula de colaboración porque, actualmente, las opciones de lograr financiación son prácticamente inexistentes. Esta conducta pionera del equipo directivo de Efficold “demuestra que las empresas las forman personas porque, en estos momentos, las personas tenemos que ponernos a disposición de aquellos que tienen más necesidad que nosotros”, verbaliza Ángel Parejo, contundente, y presumiendo de la indumentaria corporativa que porta en cada turno de trabajo.

Efficold realiza una donación de más de 2.000 euros

Efficold aporta, en suma, más de 2.000 euros, precio ordinario de los vuelos. Miembro del área de Recursos Humanos, Raúl Granados corrobora que “en estos momentos, tan complicados para muchas personas” significa “un privilegio y un placer participar en este tipo de ayudas”. Resta mérito a la donación e incide en que “estamos siempre abiertos para lo que buenamente podamos hacer”. Recuerda lo verdaderamente fundamental: “que el niño se recupere cuanto antes y pueda llevar una vida lo más normal posible”.

¿Cómo agradece una madre que unos desconocidos resuelvan salvar la vida de su hijo? Francamente complejo. A Cinthya Yaqueline le faltan palabras y le sobran sentimientos. “Un sueño hecho realidad”, acierta a titular, después de doce meses de incomprensión y sucesivas negativas. “Desde el fondo de mi corazón, no tengo como pagárselo, que el Señor se lo multiplique y os bendiga”, se sincera ante una cámara doméstica.

El porvenir de Gael ya se refleja en Córdoba. La remisión de la tercera ola de esta pandemia permitirá que dos niñas de Etiopía –Indaya y Danisa- reproduzcan su tránsito hasta el Reina Sofía. Otras cardiopatías graves entre un centenar de operaciones ya practicadas en nuestra comunidad autónoma. Casos de “extrema necesidad”. Regalando latidos.

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