La Guardia Civil de Córdoba ha demantelado un total de 72 plantaciones de marihuana en la provincia en los últimos dos años, un total de 46 durante 2016 y hasta 26 entre enero y el pasado octubre, según los datos facilitados a el Día por la Comandancia. En Córdoba, hasta hace unos años, el consumo de cocaína y hachís centraba el problema, pero hace unos cinco años la Jefatura detectó un aumento considerable del consumo de marihuana, informaron las mismas fuentes.

Este tráfico de drogas presenta un problema añadido: que la producción, elaboración y distribución de la droga se efectúa en las propias localidades, es decir, que la marihuana se cultiva y elabora para su venta dentro de la provincia. En muchos casos, además, "las personas implicadas no son suficientemente conscientes de sus responsabilidades penales y del daño social que causan con esta actividad", advirtió el Instituto Armado.

Como consecuencia de todo ello, la Comandancia desarrolla unos planes específicos para investigar quiénes la cultivan, quiénes la preparan para su distribución y quiénes son los proveedores. En este sentido, la Guardia Civil apeló a la "colaboración ciudadana", pues "resulta especialmente valiosa la información que nos hagan llegar a los puestos y unidades sobre lugares de consumo, personas, vehículos o lugares donde se trapichea con marihuana o la posible ubicación de plantaciones de esta droga, ya que ello es la base de la eficacia de la labor de investigación para el descubrimiento de este tipo de delitos y la aprehensión de estas sustancias peligrosas para la salud y la seguridad ciudadana.

El resultado es palpable. Desde el pasado año 2011, la Guardia Civil ha desmantelado en la provincia 246 plantaciones de este tipo de droga. Desde enero a octubre del presente año, además, ha detenido a 43 personas por el cultivo y elaboración de marihuana y ha aprehendido más de 4.000 plantas. Según los datos de la Comandancia, las intervenciones suelen ser de cantidades que rondan los tres o cuatro kilos de droga, destinadas a cubrir "las necesidades de entornos conocidos y locales". Aunque también se han desmantelado varias plantaciones que superan las varias centenares de plantas y que pretendían venderse en mercados más amplios, lo que hubiese colocado a la provincia de Córdoba como "foco de producción de marihuana", con las consiguientes connotaciones negativas para la seguridad ciudadana de una provincia "relativamente tranquila" en cuanto al tráfico de drogas.

Los agentes han desmantelado plantaciones en numerosos municipios de la provincia. La Comandancia destacó las operaciones desarrolladas en las comarcas del Alto Guadalquivir, Guadajoz-Campiña Este y la Vega del Guadalquivir. Aunque también se han detectado plantaciones de marihuana en el Valle del Guadiato y en la zona Sur de la provincia, lo que demostraría que se trata de un negocio muy extendido de Norte a Sur de Córdoba.

En paralelo y también desde el año 2011, la Guardia Civil ha incrementado las acciones de control sobre la tenencia y consumo de marihuana tras observar un incremento en las actas por infracción a la Ley de Seguridad Ciudadana por tenencia y consumo de drogas en lugares públicos. En los operativos específicos para detectar estas infracciones, durante el año 2016 los agentes contabilizaron 3.265 infracciones, y en lo que va de 2017 son ya más de 3.000 las sanciones impuestas.

El análisis de estos indicadores hizo sospechar a la Guardia Civil de que se estarían cultivando "clandestinamente" numerosas plantas de cannabis sativa, por lo que la Comandancia decidió orientar los dispositivos de servicio tanto preventivos como de investigación a la localización de los puntos de consumo, identificación de las personas vinculación a su producción, distribución y ubicación de las plantaciones.

"El consumo de drogas y sustancias estupefacientes no sólo constituye uno de los focos de preocupación de muchas familias cordobesas, sino que además se encuentra en el origen de gran parte de la actividad delictiva que registra la provincia", reconocieron desde el Instituto Armado. En el caso de la marihuana, pese a la habitual tolerancia social respecto a su consumo esporádico, la Guardia Civil advirtió de que puede "servir como trampolín de salto a otras drogas como el hachís, las pastillas o la cocaína, y en los entornos de gente joven cuando se introduce el consumo de marihuana en los momentos de ocio se incrementan considerablemente tanto el gasto como las posibilidades de delinquir".

En este sentido, insistieron en que "la comisión de hechos delictivos tanto contra el patrimonio como contra la seguridad vial al conducir vehículos bajo los efectos de las drogas son una realidad directamente vinculada al consumo de marihuana, con la que los guardias civiles como agentes de la autoridad se encuentran a diario". Así, "la lucha contra el narcotráfico debe ser considerada como uno de los objetivos principales de la Guardia Civil", advirtió la Comandancia.