La Guardia Civil hace honor en numerosas ocasiones a su sobrenombre de benemérito cuerpo. Y es que los agentes del Instituto Armado practicaron en la provincia de Córdoba durante el pasado año 2019 un total de 6.029 auxilios humanitarios y rescates, el equivalente a 16 cada día. La mayoría de estas actuaciones se efectúan en las carreteras, donde se llevaron a cabo 3.788 auxilios a usuarios de las vías, de los cuales 2.184 fueron ayuda mecánica a vehículos, según la información que este domingo ha divulgado la Comandacia.

Otros 424 auxilios fueron sanitarios, entre los que destacan 179 a heridos o enfermos. También se realizaron una decena de rescates en montaña, de los cuales siete fueron a senderistas, uno a un escalador y otros dos en barrancos. Asimismo, se efectuaron 58 rescates sanitarios en vehículos accidentados y cuatro en otros medios, como puede ser acuático en ríos, embalses y pantanos de la provincia.

Los guardias civiles, además, realizaron 1.696 auxilios informativos y 99 de acompañamiento, de los cuales nueve han sido a menores y 12 a personas abandonadas o con sus facultades alteradas.

Desaparecido en Priego

Entre ellos, la Comandancia ha destacado el dispositivo de búsqueda establecido por la Guardia Civil en la localidad de Priego de Córdoba para localizar a un vecino que faltaba de su domicilio desde la madrugada del día 10 de febrero.

El despliegue efectuado en dicho operativo contó, además de con un helicóptero de la Guardia Civil, con perros adiestrados en la búsqueda en grandes superficies del Servicio Cinológico y con el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), que puso a disposición un Puesto de Mando Avanzado (PMA) para coordinar in situ las labores de búsqueda. Además del GREA, se contó con el apoyo del Ayuntamiento de Priego de Córdoba, que puso a disposición a voluntarios de Protección Civil y a la Policía Local.

Rescate en el pantano de Iznájar

Otro de estos rescates se llevó a efecto a finales del pasado mes de febrero y lo protagonizó el Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) en el embalse de Iznájar, con motivo del accidente de un autogiro. También se contó con la colaboración del Ayuntamiento iznajeño y la Junta de Andalucía. Tras los primeros momentos en que desde tierra, con las unidades de seguridad ciudadana y desde el aire, con un helicóptero del cuerpo, se constató que el aparato y el piloto quedaron sumergidos, las tareas se centraron en entrevistar a testigos y trazar las áreas que rastrean los especialistas en actividades subacuáticas. 

La labor de los GEAS se fue reforzando con nuevos especialistas procedentes de las unidades de Sevilla y Málaga y de la Unidad de Actividades Subacuáticas de Madrid, que aportaron una cámara hiperbárica para prevenir accidentes en un trabajo tan duro y prolongado.

Además, se incorporó al dispositivo las capacidades de un UAV (dron) de la Guardia Civil para reproducir el posible itinerario del autogiro hasta su caída al objeto de apoyar las tareas que se realizaban sobre la lámina de agua del embalse y permitir una delimitación de la zona a rastrear más precisa. En total, se estima que unos 60 guardias civiles participaron en el dispositivo, que también contó con un guía canino y su perro especializado en rastrear restos cadavéricos.