El próximo lunes se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales y, con motivo de esta efeméride, el Rectorado de la Universidad de Córdoba (UCO) acogió ayer las jornadas El papel de las mujeres productoras y del medio rural en la futura Política Agraria Común. La vicepresidenta del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, Carmen Calvo, y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, participaron en esta jornada y coincidieron en una reclamación: debatir la futura Política Agraria Común (PAC) -para el marco 2020-2027- incluyendo la perspectiva de género.

En el acto organizado por la Federación de Mujeres Rurales (Fademur), Carmen Calvo afirmó que, "en 50 años de negociación de la PAC, nunca ha habido un análisis de género" cuando las mujeres "son un elemento fundamental para atajar la pobreza del mundo rural". El Gobierno central, añadió la vicepresidenta, "se plantea como objetivo atajar el problema de la despoblación" dado que éste, reconoció, "va a una doble velocidad" y tiene "peores servicios y más paro". Ahí es donde se multiplica la problemática para las mujeres del campo, añadió Calvo, que insistió en que son clave para la "cohesión" contra esa ya presente despoblación.

En la futura negociación, añadió la ministra de Igualdad, se debe "atajar" el problema de la "desproporción", en muchos sentidos, entre hombres y mujeres. Con ello, Calvo agregó que "cohesionar España no es sólo una cuestión territorial, sino también social" y pidió "corresponsabilidad ciudadana" para solventar las diferencias entre los territorios rural y urbano, que van desde la brecha salarial entre hombres y mujeres hasta la brecha digital.

En la misma línea se pronunció Susana Díaz, quien manifestó que el reto fundamental que se plantea ahora la Junta de Andalucía es "que en el debate de la nueva PAC las instituciones europeas tengan la sensibilidad de combinar el relevo generacional, que garantice las explotaciones y la ocupación del territorio y la perspectiva de género", esto es, añadió, "poner en valor lo que suponen las mujeres".

La presidenta del gobierno andaluz valoró el trabajo ejercido a lo largo de la historia por las mujeres rurales a las que atribuyó el desarrollo en este sector en Andalucía. "Lo que hoy conocemos como desarrollo rural ha sido gracias a nuestras mujeres", afirmó Díaz, quien recordó que el campo andaluz tiene total relevancia en el territorio si se tiene en cuenta que "el 8% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB) está ligado a este sector, así como el 10% del empleo".

Con ello, la presidenta de la Junta apuntó que la celebración del Día de la Mujer Rural cobra especial "simbología" en el caso de Andalucía, un territorio, recordó, donde el 90% de la superficie es rural y la mitad de la población vive en estas zonas. Por ello, Díaz abogó por un "mayor empoderamiento" de estas mujeres y más interlocución de las mismas en los debates que genere la futura Política Agraria Común.

La presidenta de la Junta de Andalucía hizo también alusión a la reciente aprobación, por parte del Consejo de Gobierno, de una reivindicación que tachó de "histórica", el registro de titularidad compartida. Este hecho, recordó, supondrá que muchas mujeres puedan ostentar "muchos derechos a los que hasta ahora les era difícil acceder, como las prestaciones por desempleo o las bonificaciones, y en igualdad de condiciones".

Precisamente sobre esas cotitularidad habló la secretaria general de UGT Andalucía, Carmen Castilla, quien recordó que sólo un 1% de las mujeres rurales de España están inscritas en el registro de titularidad compartida. Castilla lamentó que "de las 300.000 potenciales mujeres que podían compartir la titularidad de sus explotaciones, sólo constan registradas poco más de 300". La sindicalista manifestó que la presencia de mujeres en el medio rural es "clave" para frenar la despoblación e impulsar la viabilidad económica de su entorno pues "es una realidad el éxodo rural de la mujer joven, en busca de formación y mayor nivel educativo para desarrollar sus estudios universitarios".

Y ello porque el sector agroalimentario "ocupa un lugar estratégico en Andalucía" por su contribución a la capacidad productiva, al empleo y a la cohesión territorial de la región, ayudando a fijar la población al territorio, indicó, quien recordó que sólo en la comunidad autónoma, donde el campo representa el 80% del total, hay 1,8 millones de mujeres que "hacen un trabajo invisible".

Para visibilizar la presencia de la mujer y acabar con la brecha salarial que la sindicalista cifró en una tasa del 39% en el campo, Castilla insistió en la necesidad de llevar a la práctica la mencionada figura legal de la titularidad compartida, la cual se recogió en un inicio en el artículo 30 de la Ley 3/2007 para la Igualdad efectiva entre hombres y mujeres. A su juicio, sólo así se verán "plenamente reconocidos los derechos de las mujeres" en el sector agrario, su correspondiente protección de la Seguridad Social, así como la valoración de su trabajo. Esto implicaría "un reparto del rendimiento al 100%" pues tanto el hombre como la mujer serían considerados "titulares" de su explotación y así, "beneficiarios directos de las ayudas y subvenciones de las que sea objeto la explotación", como puede ser la PAC y la cotización en la Seguridad Social por parte de ambos miembros.