Provincia

Despedida entre claros y tormentas

  • Miles de personas dicen adiós a la Virgen de Araceli en una romería de subida marcada por las precipitaciones La salida se retrasó en varias ocasiones por el agua y el granizo

Entre las fechas aracelitanas, destaca con tristeza el primer domingo de junio, cuando la patrona de Lucena y del campo andaluz pone rumbo de nuevo a su hogar en el santuario en la Sierra de Aras. La mañana, pese a la ilusión, estuvo marcada por las tormentas de las primeras horas del día, que retrasaron y también deslucieron ese adiós.

En esta ocasión, y debido a la estancia esta última semana de María Santísima de Araceli en el altar de la reconstruida iglesia de San Pedro Mártir, la real archicofradía había decidido adelantar media hora la tradicional misa de romeros con el fin de evitar retrasos con respecto a los horarios que durante el recorrido deben cumplirse. Así, sobre las 08:15 finalizaba la celebración religiosa con el canto del himno aracelitano y era justo en ese momento cuando una tormenta descargó sobre la localidad un aguacero acompañado de granizo.

Esta inclemencia llevó a la cofradía a retrasar en principio en media hora la salida, que finalmente tuvo lugar tras varios retrasos a las 10:30, en una tregua del cielo. Eso sí, la archicofradía no quiso arriesgar y decidió resguardar el trono bajo un plástico confeccionado para proteger a la patrona de la lluvia.

La Virgen de Araceli vistió en esta ocasión manto y saya en color verde, mismo color que llevaron sus santeros en la faja. Un grupo de 22 hombres pertenecientes a la Peña Sierra de Aras, mandados por José Manuel Muñoz, se pusieron bajo las andas después de 15 años a la espera de que la cofradía aracelitana les otorgase este honor.

La comitiva de despedida la abrió ayer la agrupación musical del Santísimo Cristo de la Humillación, los Servitas, seguida por los familiares de los santeros, devotos, miembros de la cofradía y la Corte Aracelitana. Las cinco niñas -Isabel Vigo, María Vigo, Araceli González, Carmen González y Carolina Osuna- vistieron de flamenca y acompañaron entre cantes y bailes a la patrona hasta la Sierra. Les siguieron, como ordena el protocolo, los agentes de los cuerpos de seguridad del Estado, así como el decano del Colegio de Abogados, los representantes políticos de la corporación municipal, la banda de música de Lucena y, por último, un total de 15 carrozas de diferentes peñas y asociaciones, que no quisieron perderse esta romería a pesar de la lluvia.

La Virgen de Araceli se despidió de su pueblo entre pétalos, cánticos y fandangos y dejaba su última mirada en la Puerta de la Mina cuando los santeros la giraron para ese "hasta el año que viene" que todos esperan ya con nuevas ilusiones. En ese momento el pueblo, un año más, tomó las riendas de la procesión para sentir bajo su hombro los varales de la patrona, aunque fue poco el tramo dejado para el disfrute de todos los lucentinos, ya que la archicofradía optó por subir a la Virgen a una plataforma con el fin de agilizar su llegada a la Sierra. Había que ganar algo del tiempo perdido y evitar por el camino las tormentas que estaban anunciadas.

La cuadrilla que la cogía, como es costumbre, en el último tramo del camino culminó la procesión pasadas las 15:30, cuando a gritos de "Araceli, guapa" y "Viva nuestra madre", la Virgen decía ya sí "hasta pronto" a los lucentinos, a los que recibirá desde su camarín, ese altar a las puertas del cielo desde donde Araceli escucha y atiende las plegarias de todos sus fieles durante el año.

Han culminado así las Fiestas Aracelitanas -declaradas de Interés Turístico Nacional- en este 2014, que se iniciaban con una romería de bajada con lluvia y se despedían en la de subida también muy pendientes de la situación del cielo.

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