El secretario provincial de CCOO, Rafael Rodríguez, denunció ayer que la bodega de Fernán Núñez en la que el martes murió un trabajador "no había habilitado los medios necesarios para evitar accidentes" laborales.

Rodríguez aseguró, con todas las cautelas mientras se completa la investigación del deceso, que "los primeros indicios apuntan a que el trabajador fallecido -Carlos P. R., de 57 años- inhaló gases tóxicos procedentes de la fermentación de la uva en el trujal donde limpiaba las balsas que recogerán el mosto nuevo". Al parecer, el gerente de Bodegas Marín, Francisco M. R., que resultó herido cuando intentó rescatar a la víctima y fue ingresado en el hospital de Montilla, también inhaló gases tóxicos.

El sindicato ha transmitido su pésame a la familia y ha pedido tanto a la Inspección de Trabajo como a la Fiscalía que investiguen a fondo este accidente "y se depuren las responsabilidades". Durante la mañana de ayer, un equipo de la Inspección de Trabajo acudió hasta la bodega, que permanece precintada por orden de la Guardia Civil desde que se produjo el levantamiento del cadáver.

Al parecer, el trabajador bajó a limpiar el trujal sólo con unas botas de agua y una escoba, y sin las correspondientes mascarillas o equipos auxiliares de oxígeno que exige la normativa laboral. Carlos P. R. fue enterrado ayer después de un multitudinario funeral oficiado en la parroquia local de Santa Marina de Aguas Santas. El hombre estaba casado y deja dos hijos. Su muerte ha causado una enorme conmoción en el municipio, donde era muy conocido y apreciado. Por otra parte, CCOO y UGT tienen previsto organizar como cada vez que se produce un fallecimiento en el puesto de trabajo una concentración ante la Subdelegación del Gobierno en Córdoba para llamar la atención sobre la importancia de la prevención de los riesgos laborales, la formación y el cumplimiento de las normas al respecto.