Los Pedroches

La Asociación Pozoalbense de Adicciones está "al borde de la desaparición" por la falta de recursos

  • La organización, que atiende a unas 150 personas al año, alerta de que el confinamiento ha agravado los problemas de este colectivo

Fachada de la sede de Apoal.

Fachada de la sede de Apoal. / El Día

La Asociación Pozoalbense de Adicciones (Apoal) se encuentra en una situación crítica debido a la falta de ingresos y de subvenciones, según ha explicado su presidente, Domingo Encinas Jaut. “No encontramos en un callejón sin salida, no tenemos dinero; nuestras fuentes de recursos habituales han desaparecido con esta crisis y no contamos ya con subvenciones de ningún tipo”, ha lamentado.

El presidente de esta asociación ha expresado que “prestamos servicios y atendemos a nuestros usuarios gracias a la enorme solidaridad del médico, la psicóloga y el trabajador social, que están haciendo un trabajo increíble de forma desinteresada, y al compromiso de la Junta Directiva, pero no podemos seguir en esta situación porque son muchos los frentes que tenemos que atender”.

Encinas ha puesto de manifiesto que el confinamiento decretado hace dos meses no sólo ha roto la rutina de trabajo con los usuarios a los que atiende Apoal, sino que ha agravado los problemas de las personas con adicciones porque “el que antes iba los bares o era bebedor social, ahora bebe más porque está en casa y sin ocupación; no tiene límite”. A ello hay que sumar los problemas de quienes “ocultan su adicción en casa y que evidencian ahora su problema y de aquellos que no pueden conseguir estupefacientes por la situación actual”, algo que, según Domingo Encinas, genera episodios de “depresión, ansiedad, agresividad e incluso violencia en el seno de la familia”.

Apoal lleva casi 40 años tratando a cientos de personas con adicciones en Pozoblanco y en la comarca de Los Pedroches y “por primera vez estamos al borde de la desaparición”. “Lo que más me duele es que vamos a dejar de salvar o de encauzar muchas vidas, cuya existencia se va a agravar mucho con la crisis que se nos viene encima, por eso nos hace falta la ayuda”, ha afirmado Domingo Encinas.

Cada año, Apoal atiende a unas 150 personas con problemas de adicciones y familiares. Todo ello no hubiera sido posible sin las aportaciones de los socios y el compromiso del personal técnico y la directiva. “Aquí no ha abandonado nadie el barco”, ha recalcado el presidente.

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