No hay vida sin agua

Con esa frase de Albert Szent-Gyorgyi quiero llevar a todos las lectores de El Día de Córdoba, algunas reflexiones con motivo del 22 de marzo, día señalado por la ONU para recordar a la humanidad la importancia del agua para su existencia y para la sostenibilidad del planeta y Emacsa, como empresa pública responsable de suministrar y depurar el agua que necesita y consume la ciudadanía cordobesa, quiere sumarse a esa celebración, contribuyendo a difundir y potenciar el conocimiento del Ciclo Integral del Agua y haciendo especial incidencia en dos aspectos: los beneficios del uso del agua del grifo en el consumo humano y el uso responsable que necesitamos hacer con los residuos que vertemos a la red de aguas residuales de esta ciudad. Señala la ONU que la humanidad necesita agua y que una gota tiene una fuerza poderosa para la sostenibilidad de la vida. En los últimos años, el agua se está revelando como lo que es, un elemento esencial para la vida.

El agua en Córdoba es un elemento vivo de la cultura y del patrimonio de esta ciudad, que no puede ser entendida en toda su realidad sin ella. Los pozos en los patios de las casas, las plazas con sus fuentes, los veneros corriendo por la red y nutriendo estanques que embellecen nuestro rico patrimonio, la forma artesanal de regar las plantas en rejas, balcones y patios para que refresque y permita en encuentro de vecindad. El porrón escondido cerca de una hortensia ha dado paso a la botella de gaseosa en el frigorífico, pero no ha perdido un ápice su naturaleza, la capacidad para quitar la sed, porque seamos francos, el agua es lo que verdaderamente quita la sed, hidratando nuestros cuerpos por dentro y por fuera. Los baños públicos y privados, hoy fuente de ingresos para el sector turístico, han velado por la salud física y emocional de los vecinos y vecinas desde los romanos a nuestros días. Para mí, en gran medida, Córdoba es la ciudad del Agua y por tanto de la Vida.

Emacsa es la encargada de llevar cada día agua de calidad a nuestros hogares y devolver el agua sobrante al río. Curiosamente, la ciudad, como en otras muchas cosas, se encuentra en una posición privilegiada, al situarse en mitad de la cuenca y en la falda de Sierra Morena, lo que nos permite devolver al cauce del Guadalquivir más agua de la que consumimos. El reconocimiento internacional al agua como motor del crecimiento inclusivo y sanitario para países donde el acceso es un "milagro diario", no puede empañar la problemática de muchas familias que en entornos como el nuestro tienen grandes dificultades para hacer frente al coste que supone tener agua en el grifo de sus casas. Por eso, desde finales de 2016, Emacsa ha sido pionera en poner en marcha el programa del "mínimo vital" para garantizar el derecho de toda persona a tener un acceso al agua, lo que nos convierte en un referente en nuestro país en este suministro básico garantizado. A pesar de que en la actualidad más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cercano a su hogar, el lema del día mundial de este año se dirige a evitar el desperdicio del agua y a cómo reducir y reutilizar hasta un 80% del agua que malgastamos en nuestras casas, ciudades, industrias y agricultura y que fluye de vuelta a la naturaleza, contaminando el medio ambiente y perdiendo nutrientes valiosos, tal y como señalan los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Milenio.

Especialmente importante nos parece fomentar el consumo de agua del grifo, tanto en casa como en establecimientos hoteleros. Por su calidad y su precio, consumir agua del grifo en Córdoba es la mejor opción y por eso queremos invitar a todo el mundo a que la utilice en su mesa y presuma de ellas, como un elemento más de los atractivos de nuestra ciudad. Con la entrega el lunes del premio del concurso de diseño de botellas y jarras, que hemos realizado en colaboración con Aeopas, Córdoba se convierte, en la primera ciudad en seguir las indicaciones que se señalan en el Anteproyecto de Ley para la Promoción de una Vida Saludable y una Alimentación Equilibrada en Andalucía. Esta actividad se suma así a otras que se llevarán a cabo en la ciudad para concienciar de la calidad y de las bondades que tiene para la salud y la conservación ambiental el consumo de agua de grifo. Emacsa muestra así una clara vocación de integrar a la población en sus iniciativas, comenzando por una campaña de concienciación sobre los mencionados beneficios y calidad de sus aguas.

Para terminar estas líneas sólo quiero compartir con todos ustedes una reflexión muy elemental, pero absolutamente crítica: toda el agua que tendremos en el futuro en este planeta, es la que tenemos a día de hoy. Nuestra responsabilidad es fundamental para comenzar desde ahora a planificar un uso eficiente y equitativo de un recurso sin el que la vida no es posible.