Tribuna

Rafael Recio Barba

Médico Traumatólogo

Contra los malos humos

Contra los malos humos Contra los malos humos

Contra los malos humos

El 31 de mayo de cada año, la OMS celebra el Día Mundial Sin Tabaco para poner de relieve los riesgos asociados con el tabaquismo, tanto para la salud del que lo consume como para los que están en la atmósfera de humos sin ser consumidores directos y si indirectos y muchas de las veces sufridores. El lema de este año 2018 es Tabaco y cardiopatías. La campaña busca concienciar sobre: 1. La relación entre el tabaco enfermedades cardiovasculares, que son las principales causas de muerte en el mundo. 2. Adoptar medidas para la acción antitabaco para mitigar los efectos causados por el consumo del mismo.

El concepto de tabaquismo ha evolucionado en las últimas décadas, sobre todo si recordamos el ámbito sanitario. Un servidor y sus compañeros practicábamos el tabaquismo sin pensar en la insalubridad, y hoy al recordarlo, no podemos como mínimo sonrojarnos y avergonzarnos de fumar en la consulta, pasando sala, en nuestras casas y en el coche con todo cerrado en los meses de invierno. Cuando dejé el tabaco, y recordando al catedrático de Farmacología que afirmaba que la nicotina provocaba dependencia psicológica y no física, es en lo único que experimenté llevarle la contraria, producía igualmente dependencia física. Fue un acierto dejar de fumar y a muchos de mis pacientes he influido positivamente para tal circunstancia.

Con los años, lo que en un principio se llamó hábito, después dependencia, más tarde adicción, hasta el término drogadicción para definir las situaciones relacionadas con el consumo de sustancias que provoquen conductas relacionadas con la drogo-dependencia. Pero porqué lo que empezó siendo una panacea en el siglo XVI de la cual tenemos documentación pasó a ser algo rechazable para gran parte de la sociedad. En la Historia Medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales que sirven en Medicina..., impresa en 1574, escrita por Nicolás Monardes, médico y botánico sevillano (1493-1588), encontramos los argumentos de la instauración del hábito tabáquico. Fue el primer médico español que se entregó a la tarea de cultivar, estudiar y aplicar en sus enfermos las plantas curativas que se habían descubierto en el Nuevo Mundo y llegaban a nuestros puertos como drogas y medicamentos maravillosos. Una de ellas fue el Tabaco, que en un principio se vendía en farmacias y en 1634 se creó el Estanco de Castilla y León, que convirtió la venta en un monopolio. Las relaciones culturales reforzaban el hábito del tabaco hasta convertirse en dependencia.

Pero en un principio tuvo detractores, tanto es así que algunos sufrieron condenas de la Inquisición que según consta en una de sus sentencias: "Sólo Satanás puede conferir al hombre la facultad de expulsar humo por la boca". Para comprender que el tabaco es malo para la salud no hace falta que nos apoyemos en la prohibición que hicieron de él: Los reyes Jaime I de Inglaterra, Federico II de Prusia y Carlos III de España en su corte. Había otros detractores como Hitler, gran consumidor de nicotina, en la Alemania Nazi. El régimen nazi fue uno de los más inhumanos, despiadados y aterradores de la historia, pero tuvo algunos aciertos, y uno de ellos fue el Movimiento Antitabaco, como casi siempre ocurre, Hitler el exfumador, no soportaba que fumasen a su lado, por este motivo lanzó la prohibición de fumar en restaurantes y sistemas de transporte público, con una regulación severa de la publicidad del tabaco y cigarrillos, incluyó un impuesto sobre el mismo. Todo ello contribuyó a que las estadísticas de consumo de tabaco en el país disminuyeran.

La caída del III Reich llevó al olvido de las políticas antitabaco. En los años 50, en el Reino Unido, y en los 60 en Estados Unidos, los perjuicios del tabaco fueron redescubiertos y volvieran a plantearse el boicot al hábito de fumar.

El tabaco se ha convertido en un problema de máxima importancia de Salud Pública, como así lo ha expresado la OMS. Se ha demostrado que los más indefensos, los niños, sufren los efectos adversos de los humos derivados de esta combustión.

En el humo de tabaco hay unos 7.000 productos químicos conocidos, de los cuales se sabe que, como mínimo, 250 son nocivos (gases volátiles) y 120 son cancerígenos para el ser humano. Además, el humo de tabaco en espacios cerrados es inhalado por todos; por lo tanto, fumadores y no fumadores quedan expuestos a sus efectos nocivos y esto incluye a los niños. La American Academy of Paediatrics y la Asociación Internacional de Pediatría están firmemente resueltas a trabajar con otros asociados para combatir la epidemia mundial de tabaquismo entre los niños.

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