Tribuna

Raúl Perales Acedo

Psicólogo

Miedo, odio y salvapatrias

Robert Cialdini demuestra que la amenaza, utilizada por todos los actores políticos, es una de las herramientas más efectivas para persuadir

Miedo, odio y salvapatrias Miedo, odio y salvapatrias

Miedo, odio y salvapatrias / rosell

El que teme es un esclavo". Séneca. Sirvan las palabras de uno de nuestros cordobeses más ilustres y universales para introducir cuándo y por qué obtienen aceptación los discursos políticos de miedo y odio.

Los estudios que cruzan estilo de apego y comportamiento político demuestran que las personas que se sienten seguras presentan una mayor apertura a las creencias divergentes, una mayor amabilidad hacia los grupos externos (migrantes), y una menor preocupación por la imagen y la autoestima propias, como demostraron Mikulincer y Gillath.

Pero… ¿qué es el estilo de apego y qué relación tiene con la política y el miedo? Durante toda nuestra vida necesitamos figuras de apego que nos hagan sentir seguros, queridos, aceptados o incluidos y confiados en nuestras capacidades. Explicado de manera informal, el estilo de apego es la manera de relacionarte y obtener cosas de los demás; por ejemplo, satisfacer tus necesidades de protección, alimentación y cobijo; amar y obtener amor, halagos y favores; que tus hijos te obedezcan o que tu equipo cumpla objetivos. Esa manera de relacionarte, cómo consigues lo que necesitas de los demás, es mutable y se va gestando durante tu infancia, adolescencia y etapa adulta. Es decir, en qué medida las relaciones con tus figuras de apego (padre, madre, parejas, amistades, jefas y jefes) han satisfecho tus necesidades y cómo han contribuido a educarte emocionalmente ante la frustración de las mismas. Esas experiencias impactan en nuestra manera de ser y relacionarnos.

¿Qué tiene que ver esto con la política y el liderazgo?

El Estado cubre necesidades de subsistencia, a través prestaciones, empleo público y creación de condiciones óptimas para la creación de empleo y empresas. Como también de seguridad: Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Cuando aparecen crisis y la respuesta de las instituciones del Estado falla, el miedo activa la necesidad de una figura de apego, de un líder, que asegure la subsistencia; esto es, alimentación, vivienda, empleo, y aporte seguridad o protección, lucha contra la delincuencia.

Robert Cialdini, reputado psicólogo e investigador sobre Persuasión, demuestra que la amenaza, utilizada por todos los actores políticos, es una de las herramientas más efectivas para persuadir. Durante las crisis, los salvapatrias utilizan el discurso del miedo para sobreexcitar las necesidades de seguridad y subsistencia de la población. El miedo al migrante pobre, al diferente, al de ideología contraria y asociarlo a amenazas sobre el riesgo que corre tu subsistencia (empleo, prestaciones, sanidad, o el coste de esas prestaciones para migrantes). Así como sobreexcitar las necesidades de protección y seguridad (delincuencia u ocupación de tu vivienda). Se rodean de símbolos de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Ejército, Policía, etc.) para generar un halo de poder, distancia e idealización y así proponer medidas contundentes. Mano dura para calmar a la población que siente miedo, tras habérselo inoculado, y convertirse así en la figura de apego que garantice a la ciudadanía que sus temores serán disipados. Que actuará bajo las claves "el fin justifica los medios" o "a grandes males grandes remedios", como demostraron Shamir y Hertzberg.

Discursos de odio que hagan sentirse superiores a la población contra aquellos que temen y que, como demostraron Mikulincer, Gillath y Pyszczynski, cuando las personas tienen miedo tienden a ponerse a la defensiva, son más hostiles a grupos marginales, se vuelven más rígidos y cerrados de mente en cuanto a sus creencias, así como más conservadores y partidarios de políticas exteriores agresivas. Líderes que necesitan del miedo y el odio para que la población apoye sus medidas, para que el miedo actúe y haga que la ciudadanía se ponga de su lado.

Desafortunadamente, somos excelentes conocedores de salvapatrias, aupados por el miedo y el odio, que pretendían asegurarnos la subsistencia y la seguridad en diferentes etapas de nuestra historia. Aprendamos de la Psicología y la Historia. Con nuestros aciertos y errores, estos 44 años de democracia liberal son la época de mayor progreso, igualdad, convivencia y bienestar en España.

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