Tribuna

José A. Moreno Nogueira

Ex presidente de la Comisión Nacional de la especialidad de Oncología Médica del Ministerios de Sanidad y Universidades

Historia mínima de la lucha contra el cáncer

Historia mínima de la lucha contra el cáncer Historia mínima de la lucha contra el cáncer

Historia mínima de la lucha contra el cáncer / rosell

El cáncer es unos de los problemas de salud más importantes, su incidencia aumenta progresivamente en los países desarrollados y subdesarrollados. El 70% de los casos de muerte ocurren en países de renta media y baja, sin embargo, muchos de estos tipos de cáncer tienen grandes probabilidades de curarse si se diagnostican precozmente y se tratan forma adecuada.

El Día Mundial contra el Cáncer tiene como objetivo salvar millones de vidas cada año, sensibilizando y educando sobre el cáncer. Todos estos movimientos sociales se iniciaron especialmente en el mundo occidental hace más un siglo, y poco a poco se fueron consolidando, siendo cada vez más influyentes, pero seguía sin existir hasta mediados del siglo XX una atención especializada, ni el cáncer figuraba de forma monográfica en el currículum de las Facultades de Medicina.

En España en 1923 la Reina Victoria Eugenia funda la Liga Española Contra el Cáncer. Su finalidad era asistencial, de beneficencia, y un proyecto de investigación. Por motivos presupuestarios y políticos termina extinguiéndose. En 1929, la Reina Dña. María Cristina funda la Liga Anticancerosa en San Sebastián, lo que dio lugar al Instituto Radioquirúrgico de Guipúzcoa en 1933. En 1953 se funda la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) por D. José Biosca Torres su Secretario General Perpetuo. Su actividad inicial era de propaganda y de divulgación, pero pronto comenzó a prestar una actividad asistencial a pesar de los escasos de medios terapéuticos. En Madrid en ese año de 1953 ya fueron tratados 220 pacientes con la quimioterapia que se disponía en aquella época. La AECC desde sus inicios apoyó la investigación, siendo en la actualidad la entidad privada que más medios económicos aporta a la investigación sobre el cáncer. Lo más destacado en la etapa inicial fue la puesta en marcha de 12 Centros Monográficos del Cáncer en toda España entre 1958-1965. Todos dotados de bombas de cobalto, un auténtico avance tecnológico siendo el núcleo básico del tratamiento del cáncer en esas décadas, y todo en atención gratuita, dadas las limitaciones de la Sanidad Pública de aquella época. La media asistencial fue de unos 12.000 pacientes por año, lo que nos mide la magnitud de la ayuda prestada por la AECC. A partir de 1965-67, cuando la Seguridad Social abarcaba ya una gran parte de la población española desde el punto de vista asistencial, la Asociación comenzó a dedicar recursos especialmente en prevención secundaria (cáncer de cérvix y mama), de lo que nuestro país estaba huérfano. En las últimas décadas del siglo XX, la AECC fue igualmente la pionera en la creación de servicios de atención domiciliaria para enfermos en fase terminal, favoreciendo la Medicina Paliativa en cáncer.

A la vez que ocurría todo esto y precisamente por ello aparece entre los años 50 y 60 del siglo XX un nuevo protagonista, en general procedente de la Medicina Interna y/o Hematología que va a abrir nuevos caminos y posibilidades en el tratamiento de los tumores malignos. Este nuevo protagonista se transformaría en menos de 20 años en el oncólogo médico u oncólogo radioterapeuta, claves en la asistencia integral y multidisciplinaria de los pacientes. El desarrollo de una asistencia oncológica en España fue superponible a la de otros países europeos y EEUU, de tal forma que ya en la década de los años sesenta del siglo XX, existían pequeños núcleos especializados donde se practicaba la Oncología Clínica (Madrid, Sevilla etc.), y fueron los puntos de partida para el amplio desarrollo posterior.

Hasta aquí todos los movimientos sociales y asociativos a favor del paciente con cáncer, destacando el papel de la AECC que entendió que el cáncer era no solo un problema de salud sino también un problema social y que necesitaba una atención especializada.

Con estos antecedentes en el año 1978 es reconocida oficialmente la Oncología como Especialidad Universitaria, posteriormente denominada Oncología Médica y Oncología radioterápica, creándose a nivel ministerial la Comisión Nacional de cada Especialidad (1979) encargada de definir los contenidos teóricos-prácticos y realizar las primeras convocatorias MIR. Desde entonces la Oncología se ha consolidado, ocupando un puesto clave en la mayoría de los hospitales de España. La expansión de la Especialidad ha supuesto paralelamente una alta responsabilidad asistencial, docente y de investigación. La Oncología ha entrado también en el pregrado, creándose diversas cátedras en diferentes Universidades española.

En la actualidad la Oncología en España es de alta calidad. Los nuevos retos serán claves en el control del cáncer en el siglo XXI, en especial la Medicina u Oncología de Precisión que requiere una importante inversión en investigación y donde la AECC juega un papel destacado.

Podríamos decir que la Oncología actual de nuestro país, considerada de excelente a nivel nacional e internacional, no habría podido ser sin la actividad de la AECC, siendo una de las mayores aportaciones en la lucha contra el cáncer en España en los últimos sesenta años.

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