La Filmoteca un multicine, ¡Qué barbaridad!

En el siglo XXI, nadie duda que la cinematografía y su estudio, análisis y divulgación, se sitúa en el mismo plano que otras disciplinas artísticas y culturales, como la literatura, la pintura, la escultura...;

Consecuentes con esta realidad incuestionable, Andalucía apostó en el siglo pasado, concretamente en diciembre de 1987, por crear una institución que realizara las labores de investigación, recopilación y difusión de un patrimonio que pertenece a todos los andaluces: el patrimonio cinematográfico andaluz.

Tildar a la Filmoteca Andaluza, ubicada en Córdoba, de posible multicines es, cuanto menos, una falta de respeto propia de quien o bien no conoce el concepto formal y cultural de Filmoteca o desconoce la actual ubicación de la misma. Unas mejores instalaciones ensalzarían las virtudes de la cultura que fomenta proyectar un cine minoritario, por norma general exigente, que contribuye a hacer de Córdoba una capital cultural, aunque algunos no lo comprendan.

La Filmoteca podría ser un importante centro de creación de empleo, referido a todas las especialidades de las distintas profesiones vinculadas al cine, impartiendo másteres, cursos de formación, emitiendo titulaciones,… imaginando y desarrollando una actividad con vocación y repercusión, al menos en Andalucía, para convertirnos también en esto en una capital de referencia

Córdoba, a través de la Filmoteca, pudiera ser la sede principal de un festival de festivales, que mostrase las películas ganadoras y más relevantes proyectadas durante el año previo en los mejores festivales del mundo: de Cannes a Tokio pasando por Locarno, Buenos Aires, Berlín o Venecia. De la misma manera, y en paralelo, cabría proyectar el listado de las 250 mejores películas de la historia del cine elaborado por la revista Sight & Sound. La Filmoteca de Andalucía viene realizando el seguimiento y conservación de múltiples soportes, poniendo a disposición de los propietarios, espacios para su conservación óptima.

Baste recordar el trabajo de recuperación del material rodado realizado por Martín Ribes en la Escuela de Veterinarios de Córdoba en los años treinta del siglo pasado; o el tesoro más antiguo que conserva esta institución en sus sótanos, como es la cinta Un día por Málaga, que rodó el catalán José Gaspar en 1914 y que fue restaurada por esta institución; o las labores de recuperación, en colaboración con Endesa, sobre la construcción de la central eléctrica de Jándula (Andújar, Jaén) entre 1927 y 1931 en la que aparece el rey Alfonso XIII. (Fuente: Filmoteca)

En otro orden de cosas, está la adquisición de material gráfico fílmico (cartelería y material publicitario) de en torno a los 10.000 documentos, que está a disposición de investigadores, universidades y público en general y que forma parte de una biblioteca especializada, con sede en Córdoba, la mayor de la Comunidad Autónoma, con 10.000 títulos y una videoteca compuesta por 5.000 vídeos, así como una colección de 600 bandas sonoras.

La función de la difusión tiene como elemento central la defensa del patrimonio fílmico. Para ello, la Filmoteca programa anualmente proyecciones desde las más lejanas a las que se hacen aquí; desde la tradición a la vanguardia; desde el lenguaje de ficción al documental; y todo ello abarcando los diversos soportes, desde los más primitivos hasta los últimos avances de la tecnología, desarrollando ciclos específicos para escolares, cine social, para personas mayores... El último año han pasado por sus instalaciones más de 40.000 usuarios. Así pues, la Filmoteca, sin duda, se constituye como un verdadero referente en la comunidad dedicada a la difusión de la cultura cinematográfica.

Creo que todos estos argumentos y realidades, más que contrastables, ponen en entredicho, y obligarían a los señores Nieto y Fuentes a pedir disculpas al pueblo de Córdoba y a los andaluces por sus desafortunadas declaraciones efectuadas el pasado día 1 de noviembre, cuando dejaban entrever que las actividades de la Filmoteca se asemejaban a una "sala multicines", ignorando la suerte de tener en Córdoba tan gran valor "invisible" pero "tangible". La política es necesaria, pero todo tiene un límite y para nosotros ese límite se llama Córdoba.