La situación "excepcional" de la inmigración

El Gobierno andaluz ha pedido la ayuda del Ejecutivo central y éste, a su vez, ha solicitado el auxilio de la Comisión Europea

Unos 22.000 migrantes y refugiados han llegado en lo que va de año a Andalucía por la llamada ruta occidental del mar Mediterráneo. La cifra ya es similar a la que se contabilizó en todo 2017, según las estimaciones de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que calcula que por cada 70 personas que consiguen alcanzar la costa una pierde la vida. Polideportivos, naves, zonas portuarias y hasta los propios barcos de Salvamento Marítimo sirven estos últimos días de albergue ante el aluvión de pateras procedentes de África. Varios municipios, fundamentalmente de la provincia de Cádiz, como la propia capital, Algeciras, Los Barrios, Barbate y Jerez, se han visto desbordados para intentar prestar los más elementales servicios humanitarios. El lunes, la ministra de Trabajo e Inmigración, Magdalena Valerio, inauguró en Chiclana un nuevo centro de acogida. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, niega que exista un colapso del sistema, pero sí admite que se atraviesa por una situación "excepcional".

El Gobierno andaluz ha solicitado la intervención del Ejecutivo central y, a su vez, éste ha formalizado por escrito otra petición a la Unión Europea de auxilio de emergencia adicional para hacer frente a los costes de esta masiva acogida. Entretanto, el fenómeno de la inmigración se ha situado peligrosamente en el centro de la batalla política en España. El Ejecutivo de Pedro Sánchez culpa a su predecesor de inacción y asegura que manejaba información que le anticipaba estos acontecimientos. El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, tras visitar la valla de Ceuta, ha reclamado al Gobierno más recursos y mejor tecnología para los agentes de seguridad que controlan la frontera. También apreciaba un "efecto llamada" por el cierre de los puertos italianos y la actuación española con el barco Aquarius. A esa tesis también se ha sumado el nuevo PP de Pablo Casado. Ése fue el término utilizado ayer por la secretaria general del partido en Andalucía después de que el líder popular aventurara que España no puede recepcionar a los "millones de africanos" que esperan para llegar. Mientras tanto, el coordinador regional de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, propone repoblar el campo andaluz con migrantes y refugiados.

Asistimos a un debate partidista que causa un ruido innecesario y que puede enfrentar a los españoles ante este drama humano. La única iniciativa posible es promover una actuación coordinada y urgente de la Unión Europea, que contemple todos los ángulos del problema. Antes de que nadie cuestione el significado del término colapso.

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