El necesario pacto por la industria

El pacto por el desarrollo industrial es muy positivo, pero de nada servirá si no hay un cambio de mentalidad en nuestra sociedad

La debilidad del sector industrial es uno de los problemas seculares de la economía andaluza. Bien es cierto que existen raíces históricas que justifican y explican que nuestra comunidad se especializase en la producción agropecuaria mientras otras regiones, como Cataluña o el País Vasco, tomaban la senda de la industrialización con el apoyo decidido de los gobiernos centrales de Madrid, pero a estas alturas, tras casi cuarenta años de periodo democrático, echar las culpas a la Restauración o al Franquismo de nuestra actual precariedad industrial sólo suena a excusa vana.

Aunque tradicionalmente Andalucía ha tenido algunas grandes industrias de primera línea, se echa en falta un tejido industrial medio con capacidad de generar riqueza y empleo de calidad en los principales núcleos urbanos. Exceptuando una serie de grandes empresas que están en la mente de todos, hoy por hoy Andalucía es un semidesierto industrial, algo que debemos revertir cuanto antes si no queremos seguir estando a la cola de los datos socioeconómicos de la Unión Europea. Andalucía puede presumir de unos potentísimos sectores turístico y agropecuario, lo cual es muy positivo, pero a la vista está que éstos no pueden absorber a nuestra amplísima población activa, sobre todo a la más formada. Por eso, hay que apoyar el pacto por el desarrollo industrial firmado ayer el Gobierno de Andalucía con los representantes empresariales y sindicales, que pretende que, de aquí a 2020, este sector llegue a suponer un 18% de nuestro PIB (actualmente apenas llega al 12%). En total, la Junta propone movilizar 8.000 millones de euros de inversión pública para alcanzar este objetivo, algo que hay que destacar, pero nos engañaríamos si creyésemos que el problema de la falta de industrialización de Andalucía es sólo una cuestión de inversión pública. En general, hay que procurar un cambio de actitud y mentalidad tanto de la Administración autonómica como del empresariado y los trabajadores para que, de una vez por todas, se apueste por una economía abierta y competitiva, capaz de salir a los mercados internacionales con garantía de éxito.

Desarrollar el sector industrial es fundamental para el futuro de Andalucía, porque, según todos los indicadores, es el que garantiza un empleo de mayor calidad y resistencia, así como el desarrollo tecnológico. Sólo hay que comparar los territorios con una industria fuerte con los que no la tienen para saber en qué grupo nos gustaría ubicar a Andalucía. La respuesta es evidente.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios