Una iniciativa coherente

El pasaporte sanitario que propone la Junta es una medida tendente a ir recuperando lo antes posible parcelas de normalidad económica y social

La recuperación de la normalidad gracias a la generalización de las campañas de vacunación va a ser un proceso complicado y gradual en el que nos jugamos mucho, tanto desde el punto de vista económico como social. Dejar atrás los desastres de la pandemia va a requerir medidas que estén adoptadas desde la prudencia sanitaria, pero también desde la necesidad de que todas las parcelas que se puedan conquistar estén cuanto antes a disposición de la ciudadanía. El objetivo es que el motor económico empiece a subir de revoluciones tan pronto como sea posible. En este contexto, la iniciativa de la Junta de Andalucía de reclamar al Gobierno que durante este verano se pueda disponer de una especie de pasaporte sanitario o de certificado de vacunación es una iniciativa coherente por lo que tiene de apuesta por la recuperación. Con ese pasaporte, sea un código QR en el móvil o cualquier otra modalidad, el ciudadano que esté ya inmunizado podría tener libertad de desplazamiento o de asistencia a determinados establecimientos o espectáculos que ahora están vedados al conjunto de la población. Habría que tener también en cuenta que la puesta en marcha de esa medida se haría en un país que ya no estaría sujeto a las limitaciones del estado de alarma y en el que las autoridades autonómicas tendrían todas las competencias de regulación. En una región como Andalucía, en la que un segundo verano con el turismo paralizado nos pondría en un escenario de recesión y paro gravísimo, todo lo que pueda hacerse para lograr que este sector se ponga en marcha es algo que no se puede dejar pasar. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, quiere -así lo ha detallado en una comparecencia pública- que las medidas que garanticen la libre circulación de los inmunizados se adopten en una conferencia de presidentes autonómicos. El foro posiblemente sea lo de menos y politizar las medidas de normalización entorpecerán su puesta en marcha. Pero sea cual sea la fórmula por la que finalmente se decida, cuanto antes se pongan en marcha iniciativas como el pasaporte sanitario, mejor para todos.

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