Un escenario nuevo que no cambia la realidad

El panorama político es distinto ahora, pero eso no modifica ni las demandas de la ciudad ni la necesidad de una gestión más eficaz

La llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa ha supuesto una inyección de optimismo entre los partidos de la izquierda, sobre todo en el PSOE, una realidad a la que no ha sido ajena el Ayuntamiento de Córdoba. El nombramiento del nuevo Ejecutivo ha coincidido en el tiempo con los tres años de gestión conjunta de socialistas e IU -con el apoyo de Ganemos- en Capitulares y ahora parece que muchas de las cuestiones pendientes en la ciudad -desde el Cercanías al aeropuerto- tendrán una solución más fácil. En primer lugar, algunas de esos proyectos ya estaban encarrilados por el anterior gobierno, pero si reciben a partir de ahora un nuevo impulso por la sintonía que se pueda establecer entre el Consistorio y el gabinete de Sánchez, bienvenido será por toda la sociedad cordobesa.

En cualquier caso, ese nuevo escenario a nivel nacional no puede ni debe ocultar lo que han sido estos tres años de actuación de PSOE e IU en el Consistorio, un periodo con luces y sombras y en el que es verdad que se han mejorado cosas, pero aún son muchos los temas estancados. El cogobierno no ha sido capaz de romper con esa imagen de que en Córdoba todos los proyectos -por distintas circunstancias- están destinados al retraso o a la paralización, en el mejor de los casos. Así, iniciativas como el Centro de Convenciones del Parque Joyero, el Convento Regina o la obra de la Normal de Magisterio se mantienen atascadas y llegarán muy justas -si es que lo hacen- a la campaña de las municipales del año que viene. A ello hay que sumar el apoyo claro de la Junta a la zona logística de Antequera en detrimento de Córdoba, una papeleta que el gobierno municipal debe resolver pronto, sobre todo por la lógica exigencia de los empresarios.

Por contra, cierto es que se ha mejorado en la aprobación de los presupuestos en tiempo y forma, por fin ha abierto el Open Future, se ha iniciado el camino para dotar de servicios básicos las parcelaciones y está en vías de resolverse el plan de climatización de los colegios.

Entre los nuevos problemas que han surgido está el de la falta de personal y la gestión de los recursos humanos. La tensión llegó a tal extremo que incluso el edil de Presidencia y Seguridad, Emilio Aumente, amenazó con dimitir en plena Feria. Aunque la crisis política se pudo reconducir, la situación apenas ha variado, por lo que mucho tendrá que esforzarse el Consistorio para paliar el déficit de trabajadores en determinadas áreas estratégicas. El panorama político es distinto ahora, pero ello no modifica ni las demandas de la ciudad ni la necesidad de una gestión más eficaz en lo que resta de mandato.

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