Sánchez fracasa y no acaba con el bloqueo político

La estrategia de Pedro Sánchez ha resultado un fracaso. El PSOE pierde escaños y votos, y el Parlamento sigue muy fragmentado

La estrategia de Pedro Sánchez de repetir las elecciones generales para mejorar la situación parlamentaria del PSOE y acabar con el bloqueo político que sufre el país se reveló ayer como un completo fracaso. Aunque han ganado las elecciones generales, los socialistas, lejos de aumentar su peso político, pierden escaños y votos, lo que se puede considerar como un duro varapalo para las pretensiones de Sánchez, paradójico vencedor-perdedor de la noche. El Congreso sigue convertido en un complicado mosaico que hará muy difíciles las negociaciones para formar un Gobierno. Sánchez se tuvo que acordar ayer de las oportunidades que ha dejado escapar estos meses atrás. Ahora vuelve a estar en la casilla de salida, pero con su liderazgo más mermado. El trabajo que le espera al candidato socialista y a su equipo en las próximas semanas va a ser ingente, ya que tendrá que dialogar y llegar a acuerdos con una galaxia de formaciones -algunas con un solo diputado- si quiere salir investido presidente del Gobierno. Con Podemos aún más debilitado, Sánchez lo va a tener muy difícil. Además, con su estrategia de desgastar al PP por su derecha, Pedro Sánchez ha encumbrado a un partido como Vox, que está en las antípodas de la socialdemocracia y que desde ayer es la tercera fuerza política de España.

Un comentario aparte merece el hundimiento sin paliativos que ha sufrido Ciudadanos, que ha pasado de ser una fuerza que aspiraba a liderar el centroderecha a convertirse en un partido intrascendente. Albert Rivera fue el gran perdedor de la noche y el único juego que pueden tener ahora los 10 parlamentarios naranjas es facilitar la formación de un Ejecutivo de Sánchez sin el influjo de las formaciones independentistas.

En Andalucía, el PSOE mantiene el tipo y Vox duplica sus resultados con respecto a las anteriores generales, pisándole los talones al PP, incluso superándolo en provincias como Sevilla, Almería, Cádiz y Huelva. Elección a elección, nuestra comunidad autónoma se está convirtiendo en uno de los bastiones del partido de Santiago Abascal, lo que seguro tendrá consecuencias en el Gobierno andaluz, más teniendo en cuenta que Ciudadanos, como en el resto del país, se desploma.

Las próximas semanas serán muy intensas. Pedro Sánchez, vencedor al fin y al cabo, tiene la obligación de dialogar con las otras fuerzas constitucionalistas e intentar formar un Gobierno estable y moderado, libre de las presiones y los chantajes nacionalistas. Los ciudadanos no comprenderían lo contrario.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios