Listas a la medida de los candidatos

Diputados y senadores van a unas cámaras nacionales, pero también se deben a los electores de sus circunscripciones

Los candidatos a la Presidencia del Gobierno de los principales partidos están confeccionando las listas al Congreso y al Senado a su medida, con la clara intención de contar después del 28 de abril con grupos parlamentarios cohesionados y leales. Tanto Pedro Sánchez como Pablo Casado han primado en las listas de las provincias andaluzas a dirigentes que estuvieron con ellos en las primarias en las que fueron elegidos líderes, sin dejar un hueco a la crítica. Mientras la ley electoral siga presentando a los electores unas listas cerradas y bloqueadas por los partidos, primará la lealtad al líder sobre otros factores. En los sistemas electorales mayoritarios donde se elige a un representante por distrito, los candidatos son personas muy conocidas por sus votantes, de quienes emana su poder, y pueden comportarse con cierta independencia en las cámaras legislativas en función de los intereses locales. Ahora bien, también se comprende que quienes se presentan como candidatos a la Presidencia del Gobierno quieran contar con un margen de elección para escoger grupos cohesionados y fichar a independientes. Tanto el PSOE como el PP han mejorado su democracia interna en los procesos de elección de los líderes nacionales y, en el caso de los socialistas, también con los candidatos a las alcaldías de los grandes municipios, pero la elaboración de las listas al Congreso y al Senado se siguen sustentando en un método complejo, confuso y escasamente transparente. Los otros dos partidos, Ciudadanos y Unidas Podemos, se encomienda a un proceso informático de elección que, realmente, deja mucho que desear, como se ha podido comprobar en el intento de pucherazo en Castilla y León con una candidata naranja. En el caso de Vox ni se conoce qué sistema está aplicando. La mejora de la democracia interna no tiene que pasar, forzosamente, por la elección directa por parte de los militantes, pero sí es necesario implementar un modelo representativo donde los ciudadanos, como futuros electores, sepan cómo se seleccionan sus representantes. Porque nuestra democracia adolece de falta de esto; la mayor parte de los diputados y senadores no son conocidos en sus provincias, ni rinden cuentas ni son interlocutores de sus intereses y problemas. Mientras la circunscripción siga siendo provincial, el diputado también se debe a sus vecinos, es elegido para una cámara nacional, pero tiene el deber de responder ante los electores que le han votado.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios