La Junta opta por la prudencia

El Gobierno andaluz ha tomado el camino de la cautela y no se equivoca. Aunque han mejorado los datos, todavía queda mucho camino para derrotar al coronavirus

La Junta de Andalucía ha optado por la prudencia y, aunque relajará las restricciones tanto en la movilidad como en los horarios del comercio y la hostelería, se puede decir que este año viviremos unas Navidades a medio gas, en las que ir de compras será más fácil que celebrar en bares y restaurantes. La Junta ha decidido, asimismo, que esta suavización de las medidas se realice de una forma progresiva y en dos fases. Así, desde el próximo sábado hasta el jueves 17 de diciembre, se podrá viajar dentro de cada provincia y el comercio abrirá hasta las nueve de la noche, pero la hostelería tendrá que cerrar a las seis de la tarde, como hasta ahora. El toque de queda también se mantiene a las 22:00. En una segunda fase, del 18 de diciembre al 10 de enero, se viajará entre las distintas provincias andaluzas y la hostelería estará abierta hasta las 22:30, pero tendrá que cerrar en un intermedio después de las comidas y hasta las 20:00. El comercio tendrá su horario habitual. El toque de queda se establece a las 23:00. Los días 24 y 25 de diciembre, así como el 31 de diciembre y 1 de enero, se podrán celebrar reuniones familiares de hasta 10 personas. En Nochebuena y Nochevieja, el toque de queda se atrasa hasta las 01:30. En definitiva, se puede decir que la Administración andaluza ha optado por el modelo más cauto de los posibles, aunque los últimos datos apuntan a un retroceso la pandemia en la comunidad andaluza. También ha actuado con cautela al prescindir del resbaladizo término "allegado", permitiendo sólo la reunión en los domicilios con familiares. Esto, que puede crear situaciones particulares dolorosas, ayuda, sin embargo, a las fuerzas de seguridad a la hora de velar porque se cumplan las medidas decretadas por las autoridades. Lo contrario habría sido un auténtico coladero. La Junta ha tomado el camino de la cautela y no se equivoca. Aunque ya se empieza a vislumbrar el final, todavía queda mucho camino para derrotar al coronavirus. Sería un auténtico error facilitar una nueva oleada de la pandemia. Tiempo habrá el próximo año de celebrar las Navidades como siempre hemos hecho.

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