Fomento debe aclarar cómo se gestionará la AP-4

El rescate definitivo de la AP-4 es una buena noticia, pero el Gobierno debe aclarar cuál será el modelo de gestión de ésta una vez sea pública

El rescate de la autopista de peaje Sevilla-Cádiz, la AP-4, es ya una realidad sin vuelta atrás posible. Por si cabía alguna duda, el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, confirmó ayer que, cuando acabe la concesión de dicha vía de comunicación a una empresa privada, lo que ocurrirá a mediados del próximo 2019, el Estado no ampliará la prórroga que se viene concediendo desde 1993. De esta manera se dará, al fin, respuesta a una de las demandas más antigua en materia de infraestructuras de comunicaciones de la Baja Andalucía, pues la AP-4 es un eje fundamental para conectar la Bahía de Cádiz y Jerez con Sevilla, y su alternativa, la N-IV, como es bien sabido, es una vía con alto índice de siniestralidad y de circulación lenta debido a que tiene un sólo carril por sentido.

Desde que en los últimos años del franquismo, en 1969, el Consejo de Ministro aprobase la construcción y concesión de la autopista AP-4 -la cual se construyó por tramos durante la década de los setenta-, las comunicaciones entre Sevilla y Cádiz experimentaron una notable mejora, pero a cambio de su privatización y, por tanto, de encarecer considerablemente el traslado con vehículos rodados tanto a los miles de profesionales y trabajadores que diariamente se mueven entre las dos provincias, como a los particulares y turistas. El fin de la concesión, que debería haberse producido en 1993 -pero que tanto los gobiernos socialistas como los populares prefirieron aplazar alegando los puestos de trabajo generados por la empresa y el ahorro para el Estado-, supondrá un abaratamiento de la conexión rápida entre Sevilla y Cádiz. Asimismo, también traerá consigo una mayor agilidad y rapidez, pues el peaje de Las Cabezas de San Juan -el único que hoy en día permanece activo- no sólo supone un aumento en el tiempo medio del viaje, sino que además, en verano y determinadas fechas señaladas, suele provocar engorrosos y largos atascos.

La confirmación del rescate por parte de De la Serna es, pues, una muy buena noticia para Andalucía. Sin embargo, el Ejecutivo debe aclarar aún cómo gestionará la AP-4 una vez acabe la concesión. Fomento aún no ha desvelado sus planes para esta autopista y otras cuatro de peaje que rescatará junto a la andaluza (una en el norte y otras tres en el arco Mediterráneo), y quedan dudas de cómo financiará el mantenimiento de una vía que, con el modelo actual, está en muy buenas condiciones. Estas incógnitas las debe aclarar el Gobierno cuanto antes.

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