España, Gibraltar y el 'Brexit'

Es el momento de que el Gobierno trace un plan de sostenibilidad para el Campo de Gibraltar independiente de los avatares de la Roca

Ea Cámara de los Comunes dio ayer un paso más para la salida del Reino Unido de la Unión Europea al dar su aprobación a la toma en consideración del proyecto de ley que dará luz verde a la activación del Brexit. Será el 9 de marzo próximo cuando la primera ministra, Theresa May, presente ante sus todavía socios europeos una propuesta de divorcio para la que no existe un guión escrito y cuyas consecuencias son aún a día de hoy totalmente imprevisibles. Tanto el Ejecutivo británico como la Comisión Europea son partidarios de que el proceso se lleve a cabo de forma ágil y con el menor coste posible, aunque a nadie se le escapa que la suspensión de la libre circulación de capitales, personas, mercancías y servicios entre las islas británicas y el continente puede acarrear consecuencias traumáticas si no se alcanza un acuerdo amistoso. España debe prestar una especial atención ante un asunto de capital importancia porque están en juego los intereses y derechos de las empresas y residentes españoles que desarrollan su actividad en el Reino Unido, pero también los de los miles de trabajadores españoles residentes en la comarca del Campo de Gibraltar que a diario cruzan la Verja camino del Peñón.

España ha ofrecido al Reino Unido la posibilidad de establecer una soberanía compartida sobre Gibraltar como vía para que la hoy colonia mantenga su acceso al mercado común, con todas las ventajas que ello comporta, si bien la propuesta ha sido respondida con cajas destempladas por Londres a las primeras de cambio, posición a la que se ha sumado el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, sin presentar una alternativa que pueda dar satisfacción a los intereses de ambas partes.

Es momento, pues, de que el Gobierno de Mariano Rajoy trace, por sí solo y sin dependencias externas, un plan para la sostenibilidad de una de las comarcas españolas más castigadas desde el punto de vista económico, social y del empleo. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha abogado por la creación de un espacio fiscal especial para el Campo de Gibraltar, cuyo principal aliciente será el establecimiento de ventajas impositivas para las empresas y particulares allí radicados a través del Impuesto de Sociedades, IRPF o IVA. A partir de los modelos de los que ya disfrutan territorios singulares como Canarias, Ceuta o Melilla, el Ejecutivo -con el apoyo de todos los partidos con representación en la comarca- pretende poner las bases de un modelo de desarrollo independiente de los avatares de Gibraltar. El camino está trazado. Ahora queda concretar la medida en un proyecto legislativo.

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