Situar a Andalucía entre los territorios españoles más competitivos para crear riqueza y atraer inversión es una apuesta decidida del Gobierno de Andalucía recién estrenado. El mensaje de esa aspiración de una "nueva Andalucía" que "quiere ser líder" fue reafirmado por el propio presidente de este Ejecutivo, Juanma Moreno, en su intervención en el Foro Joly Madrid, donde concretó, ante un numeroso auditorio formado por destacados representantes de la empresa y la política, los planes que aprobará hoy el Consejo de Gobierno con el objetivo de competir al nivel de los territorios más dinámicos y prósperos de España. Entre las medidas para hacerlo posible Moreno resaltó ayer un nuevo paquete de rebajas fiscales -la sexta desde que gobierna, según enfatizó él mismo- que tiene dos propuestas estrella: la deflactación del tramo autonómico del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en un 4,3% -será la primera autonomía del régimen común que lo haga- y la supresión del Impuesto sobre Patrimonio, que a partir de ahora será bonificado al 100%. Este paquete supondrá una rebaja fiscal de 360 millones de euros, con el objetivo de que ese dinero permanezca en el tejido productivo y palie parcialmente la escalada inflacionista. Son medidas pensadas con el objetivo de hacer atractiva Andalucía para las grandes fortunas que sopensan la idea de invertir en la comunidad autónoma. Moreno, de hecho, está convencido de que, como ocurrió con las anteriores rebajas fiscales, estas actuaciones permitirán aumentar tanto el número de contribuyentes como la recaudación. Profundizar en la reducción de la burocracia es otra de las medidas que se plantean -también siguiendo la línea trazada en la anterior legislatura, que fue positiva pero aún insuficiente-, junto con la digitalización y el fomento de la generación energética con la potencia en renovables que tiene Andalucía. Es una política acertada que necesita que las medidas que la implementen también lo sean, para lograr competir entre los mejores.