Lo que el viento se debe llevar

En el siglo XXI debe ser el viento de quienes tienen las riendas el que tumbe el muro del racismo

Infinitas son las maneras existentes de interpretar, de actuar ante un mismo hecho. Supongo que analizar cada una de ellas es imposible. Pero un argumento bien razonado puede contribuir a unificar el motivo juzgado. La película Lo que el viento se llevó se ha convertido en la primera ante el muro. Cuando el presidente de los Boston Red Sox, Larry Lucchino, quiso contratar como manager General a Billy Beane, entrenador general de los Atléticos Oakland, para que aplicase en su equipo su revolucionario sistema con el que rompió las reglas del béisbol le dijo: "Sé que allí te están dando duro, pero el primero en romper el muro siempre sale sangrando. Siempre. Eso amenaza no solo la forma de negociar. Si no que lo ven como una amenaza para el juego mismo. Pero en realidad, amenaza su medio de vida. Amenaza sus trabajos, amenaza su forma de hacer las cosas. Y cada vez que ocurre, sea un gobierno, una forma de negocio o lo que sea, las personas que llevan las riendas, los que tienen el control se vuelven locos de atar. Quienes en estos momentos no estén deshaciendo sus equipos para volver a construirlos, según tu modelo, son unos dinosaurios, se quedarán tirados en el sofá en octubre viendo como ganan la Serie Mundial los Red Sox". Beane rechazó la oferta más alta de la historia en el béisbol, porque a él no le motivaba el dinero, sino la dedicación a su profesión. El estadounidense John Ridley demandó en el Los Ángeles Times que la Lo que el viento se llevó debería ser retirada de la plataforma HBO por ser una película que "cuando no ignora los horrores de la esclavitud, hace una pausa solo para perpetuar algunos de los estereotipos más dolorosos de la gente de color". "Romantiza a la Confederación de una forma continúa legitimando la noción de que el movimiento secesionista era algo, más, mejor, más noble de lo que fue: una insurrección sangrienta para mantener el derecho a poseer, vender y comprar seres humanos". HBO la volverá a emitir en su versión original puesto que sería lo mismo que afirmar que estos prejuicios no existieron. Emitirán una discusión explicando el contexto histórico que señale los prejuicios raciales que contiene. Si en 1939 activistas afroamericanos criticaron la película por fomentar los estereotipos de los personajes negros por ser perezosos, torpes, irresponsables y que aceptaban la esclavitud, en el siglo XXI debe ser el viento de quienes tienen las riendas el que tumbe el muro del racismo para no seguir tumbados en el sofá viéndola como si lo que sucede siempre sigue siendo la nada.

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