Mensaje en la botella

El teatrillo andaluz toca su fin

La salida de la Junta del PSOE era algo ya inevitable desde la noche del 2 de diciembre

La incertidumbre, si es que la hubo alguna vez, se acaba. Partido Popular y Ciudadanos acaban de fijar las primeras 20 medidas que adoptarán en el futuro Gobierno andaluz cuando tomen posesión de sus cargos. Personalmente, soy de los que piensa que lo ocurrido desde la misma noche del 2 de diciembre es todo un teatrillo, esa palabra tan de moda entre la clase política. Y me parece que no soy el único que tenía claro que, una vez vistos los resultados de las elecciones, habría un acuerdo de gobierno entre los partidos de derechas. Entre otras cosas porque es lo que ha dictado la aritmética parlamentaria, de manera que ni un bloque de izquierdas ni un acuerdo entre socialistas y naranjas tienen la fuerza suficiente como para conformar un Ejecutivo en Andalucía fuerte.

Por eso, en estas semanas lo que hemos vivido es una escenificación en toda regla, a modo de Portal de Belén, si me permiten la expresión, si bien les dejo a cada uno la posibilidad de que repartan los papeles de San José, la Virgen María y el Niño Jesús como mejor consideren. En cuanto a las caras del nuevo Gobierno, pues ya se están barajando nombres, como los del cordobés José Antonio Nieto, que aunque cospedaliano, tendría un hueco en el equipo que lidere Juanma Moreno.

Pero más allá de las personas, reitero que todo estaba más que claro, tanto para los partidos como para los andaluces, que han asumido desde el primer momento que la hora del cambio en Andalucía ya ha llegado. Ya veremos con qué resultado, pero la salida del PSOE de las instituciones andaluzas después de 36 años era algo inevitable desde el 2 de diciembre.

Lo que casi nadie pronosticó es que para que ese relevo se produjera habría que contar con una fuerza tan singular como Vox, a la que nadie ha tomado en serio hasta hace poco más de un mes y que está llamada a dar mucho juego -sobre todo informativo- durante los próximos cuatro años. Está claro que la formación de Abascal genera muchas incomodidades, sobre todo a PP y Cs, pero es lo que han dictado las urnas. Mientras, en el PSOE se dedican a lamerse las heridas y a tratar de afrontar una situación que no estaba en ninguno de los pronósticos. "Que saliéramos de la Junta no estaba previsto", lamentaba un dirigente socialista cordobés con cargo en la Administración autonómica hace apenas unos días.

Pero hay más, en el PSOE han desechado cualquier posibilidad de pacto que pudiera mantenerlos en el poder por razones más que evidentes. Y es que saben que, con los resultados sobre la mesa, cualquier acuerdo con ellos por parte de un partido con representación sería un fracaso anunciado para ese posible socio en las próximas convocatorias municipales. Y en esas estamos, en la fase final de un teatrillo del que desde que comenzó sabemos el planteamiento, el nudo y hasta el desenlace. Felices fiestas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios