El presidente Sánchez ha culpado a las mafias de la matanza de inmigrantes en Nador. Las mafias son el último recurso de africanos desesperados que intentan saltar al primer mundo. Son también un recurso dialéctico para dirigentes de la UE incapaces de contribuir al progreso de un continente tres veces mayor que Europa, con casi el doble de población. Pero hay otros culpables: regímenes escasamente democráticos en los 54 países de la región, depredadores, que bloquean la salida al desarrollo. Y la impresionante explosión demográfica africana, con 40 millones de nacimientos al año, que duplicará su población en 30 años.

El robo del futuro no lo hacen solos. La hipocresía de los gobernantes europeos es de gran ayuda. Hablan de propiciar el desarrollo endógeno para que sus nacionales se queden allí, pero protegen a dictadores locales. Las antiguas metrópolis y otras grandes potencias, con sus multinacionales, son los primeros responsables de la pobreza y la emigración masiva. Añadan el terrorismo y el cambio climático. El continente vecino es un gran desconocido. Y somos su puerta de entrada en Europa.

Pongamos que hablo de Gabón, en África ecuatorial; más de la mitad de España en extensión y dos millones de habitantes. Dos de los tres presidentes que ha tenido desde la independencia en 1960 son Omar Bongo, de 1967 a 2009, y tras él uno de sus 54 hijos, Alí. En 2017 un documental de 65 minutos del prestigioso programa Complément d'enquête de la televisión pública France 2, repasó el medio siglo del clan en el poder.

Señalaba a Omar Bongo como un pilar de la llamada Françafrique, red de influencia francesa en África que mezclaba grupos de presión, diplomacia, negocios y política. Bongo cobraba a la petrolera estatal francesa Elf el 18% de sus beneficios en Gabón, que concretó en 10 millones de dólares al trimestre. Repartía maletines en París para financiar a todos los horizontes de la política francesa, de izquierda a derecha; incluso filtró en 1988 lo contento que se puso Le Pen "con el dinero de un negro".

Multinacionales francesas, australianas, singapurensas, chinas, norteamericanas o noruegas explotan allí petróleo, maderas o minas. Un mercado persa para la familia Bongo a la que se atribuye una fortuna de dos a tres mil millones de euros. El padre se hizo construir un palacio diez veces mayor que El Elíseo, el hijo grabó de joven un disco con los músicos de James Brown y de mayor con la London Symphony Orchestra. Alí tiene una colección de 29 coches. Todo indica que falseó su victoria en las presidenciales de 2016 contra su ex cuñado Jean Ping. Un pucherazo denunciado por los observadores internacionales. La represión de las protestas causó 29 muertos, seis de ellos sin nombre. Una cifra parecida a la matanza de Melilla. Hay muchas responsabilidades antes de que las mafias actúen.

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