Los números cantan por sí solos. En la provincia de Córdoba, más de 12.000 personas están a la espera de ser llamadas para una operación en la sanidad pública. Es el dato oficial, facilitado por la propia Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía y que revela situación del sistema a comienzos de este año. Lo preocupante no es la cifra, que también, sino que ha habido un aumento del 30% en el número de pacientes desde el último corte, que es el que se realizó a mediados del ejercicio 2021.

Lo que procede a hora es una explicación, ya que resulta difícil de entender esta subida en poco más de seis meses, sobre todo en el Hospital Reina Sofía, que es el centro de referencia de los cordobeses. Agarrarse a la pandemia y a sus efectos es lo más tentador y un argumento más o menos creíble para justificar esta demora, pero la Administración sanitaria tiene que ir un poco más allá y dar cuenta de cómo se va a revertir el problema. En los últimos tres años, la sanidad ha estado en el punto de mira de la sociedad, sobre todo cuando la crisis del coronavirus dejó al descubierto todas las carencias que había en el sistema, una circunstancia que no debería habernos pillado por sorpresa, ya que los sindicatos y los colectivos de profesionales venían alertando de que los recortes y determinadas decisiones políticas estaban afectando de lleno a nuestro modelo de atención.

La necesidad y la presión social obligaron a las instituciones a tomarse más en serio la sanidad, de manera que se pudiera actuar de forma eficaz contra una emergencia sanitaria tan extraordinaria como la del covid. Se daba por hecho que esas medidas, paños calientes en algunos casos, servirían para reforzar un sistema público muy tocado, pero los tozudos números que se han hecho públicos estos días revelan que aún queda mucho camino por recorrer. Si tiramos de los datos andaluces, resulta que la comunidad autónoma arrancó este año con casi 123.000 pacientes que aguardaban una intervención quirúrgica, con más de 140 días de media y algunas especialidades, como la ginecología, con una demora superior a seis meses. De ellos, como se ha dicho, más de 12.000 son cordobeses.

Además del Reina Sofía, la provincia cuenta con una red de hospitales en casi todas las comarcas. En el Norte, los complejos sanitarios de Pozoblanco y Peñarroya-Pueblonuevo. En el Sur, destacan los de Montilla y Cabra, además del centro de alta resolución de Puente Genil. También está pendiente de apertura el hospital de Palma del Río y Salud ha prometido nuevas infraestructuras sanitarias en Lucena y Priego. La inversión y el compromiso están ahí, pero se ve que no es suficiente. La sanidad debe ser una prioridad más allá de tendencias ideológicas. Otra cosa es que en este momento interese un gran acuerdo político al respecto. Aunque hay 12.000 razones que lo justifican.