LA ministra de Defensa, Carme Chacón, llegó ayer a Córdoba con más de media hora de retraso al acto que tenía previsto en el Oratorio de San Felipe Neri. Esta demora, que no es nada significativa si se compara con la que se han gastado aquí otros políticos de menos rango, sirvió para que las autoridades que la esperaban en la estrecha calle de San Felipe entraran a tomarse un café en el bar que hay enfrente. Quienes entraban a este establecimiento, después de sortear la franqueable barrera de guardaespaldas, quedaban sorprendidos al ver que en la barra estaban todos los que están todos los días en los periódicos. Bueno, faltaba el alcalde, Andrés Ocaña, que para eso era el anfitrión de Chacón minutos después en el Ayuntamiento. Concejales, delegados de la Junta y demás cargos públicos se repartían en un espacio reducido haciendo tiempo. "La ministra está aquí en tres minutos", fue avisando de corro en corro un comandante. Y así fue, porque al poco se vio aproximarse la caravana de coches. Cuando llegó Chacón se encontró que el ambiente ya estaba distendido, pues la convivencia previa había surtido sus efectos. Políticos, militares y periodistas, entraron en tromba es la vieja iglesia que se ha conocido toda la vida como garaje del Gobierno Militar, para asombro de los alumnos de la escuela taller de Forja XXI que la restaura. Ellos esperaban una visita importante, pero no tanto. En diez minutos -menos de lo que tardaron en tomarse el café- la visita había terminado. Todos felices.