La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

¿Es un quiste o un bebé?

Cuando el aborto es voluntario jamás se habla de bebé o de hijo, como se hace en los casos de listeriosis

La mayoría de los medios han escrito o dicho a propósito del drama de las embarazadas que han abortado a causa de la listeriosis: "Hasta cuatro embarazadas han perdido ya a sus bebés por la listeriosis" (Abc), "Una mujer embarazada pierde su bebé por listeriosis" (Telecinco), "Una mujer embarazada pierde a su hijo por listeriosis" (El País), "Una embarazada pierde a su bebé afectado con listeriosis" (La Vanguardia), "Una embarazada pierde a su bebé infectado con listeriosis" (El Plural), "Investigan si una embarazada ha perdido su bebé por el brote de listeriosis" (El Mundo), "Una embarazada pierde a su bebé afectado por listeriosis" (20 Minutos), "He perdido a mi bebé de 18 meses por el brote de listeria" (Ser), "Investigan si una embarazada ha perdido su bebé por el brote de listeriosis" (La Sexta).

Un repugnante caso de doble moral y doble lenguaje. Porque cuando el aborto es voluntario jamás se habla de bebé o de hijo; se calla o se le considera una parte del cuerpo de la mujer. Y en ocasiones -caso de Cristina Almeida- sólo un quiste. Parece que la sustancial diferencia entre una parte del cuerpo o un quiste y un hijo o un bebé depende de la voluntad de la madre de interrumpir el embarazo -es decir, pedir que maten al feto- o seguir adelante. Ni tan siquiera es la ciencia la que establece la diferencia entre un quiste y un bebé, sino la gestante. Si decide abortar, decir que con ello se mata a su hijo o su bebé se considera una agresión intolerable contra los derechos de la mujer, una muestra de machismo reaccionario o la pervivencia de prejuicios patriarcales y religiosos. Pero si el aborto es causado por una involuntaria causa externa sí se puede hablar -incluso desde medios radicalmente pro abortistas- de la pérdida de un hijo o un bebé.

Es terrible que la naturaleza del no nacido sea decidida por la voluntad de la gestante de tenerlo o no, de dejarle vivir hasta que sea viable fuera de su cuerpo o pedir que lo maten cuando su supervivencia depende de la decisión de su madre. Porque siquiera en esto tendremos que estar todos de acuerdo: la más suave expresión de interrupción del embarazo implica matar al feto. Como en la consideración de que el aborto sin causa terapéutica es un derecho de la mujer están de acuerdo todos los países democráticos y todas las mentalidades progresistas, es inútil oponerse o disentir. Aunque también es necesario.

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