SIETE años después de que Rem Koolhaas ganara el concurso abierto para realizar un palacio de Congresos en Córdoba este proyecto sigue en el aire. Siete años después de que el cogobierno formado por IU y el PSOE diera su visto bueno a un edificio vanguardista, rompedor y totalmente revolucionario para Córdoba, el Palacio del Sur continúa siendo una maqueta que reside en los despachos de algún organismo municipal. En estos años han sido miles las páginas que se han escrito sobre el destino de esta infraestructura, sobre la necesidad que la ciudad tiene para contar con un palacio de congresos en condiciones y sobre el hecho diferencial que la capital adquiriría con la construcción de un diseño tan innovador. Miles de palabras y letras que no han servido para nada y que ahora se ponen en duda.

Porque ayer la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, la misma que lleva en el poder desde que se aprobó la construcción del Palacio del Sur, generó numerosas dudas sobre el mismo. En la línea de siempre. Es decir, ni digo que no se va a hacer ni digo que se va a hacer, sino todo lo contrario. El pleno ordinario de abril sirvió para demostrar que después de tanto tiempo, después de numerosas promesas de puesta de primera piedra y después de afirmar muchas veces que el proyecto sería una realidad, Rosa Aguilar abría la espita de las dudas al afirmar que Córdoba contará con un palacio de congresos en este mandato, a la vez que decía que si es necesario modificar el Palacio del Sur se hará.

Se abren aquí innumerables interrogantes, ya que si el Palacio del Sur es un proyecto cerrado, pagado y encargado a una constructora -Ferrovial-, no se entiende muy bien por qué la alcaldesa dice ahora que es posible que haya que reformarlo. Si nos guiamos por la lenta burocracia que ha marcado la iniciativa estos años debemos desconfiar de los cambios que pueda recibir ahora - y eso que ya está más que modificado-. Quizás sería hora de que la máxima autoridad de la ciudad se definiera y dijera claro qué va a pasar. Córdoba no puede permitirse más retrasos ni más indefiniciones.